Los regalos para el Día de San Valentín dependerán del gusto de cada pareja, pero siempre será ideal que se pueda gozar de una experiencia junta, y si lo estás buscando, ¿qué mejor excusa para encontrar una actividad en común?
Qué no regalar
Cosas para la casa
Nunca, bajo ningún concepto, se debe regalar cualquier utensilio de cocina. Si buscas romanticismo, un colgador con forma de corazón para el delantal acabará con toda la magia, seguro.
Peluches
No te arriesgues. Por mucho que pienses que un oso simpático va a abrirte las puertas de su corazón, reconsidéralo. A no ser que se sea una adolescente perdidamente enamorada, los peluches pueden verse como un regalo infantil y demasiado fácil.
No conviertas el “regalo para los dos”, en un “regalo para tí”. Si tienes dudas, compra algo que le guste más a la otra persona que a ti, de lo contrario puedes darle un toque egoísta al regalo y fastidiar el día.
Que sí se puede regalar
El romanticismo no siempre va de la mano de los clichés consabidos: flores, bombones y cena romántica. Saltar juntos en paracaídas o disfrutar de una cena original puede convertirse en un recuerdo de San Valentín indeleble.
Una cena distinta
Aprovecha la oportunidad para probar esos restaurantes especiales, tanto los que son amenizados con un espectáculo como otras propuestas más arriesgadas.
Algo de riesgo y aventura
¿Por qué no aprovechar ese día para ser más atrevidos? Es el momento ideal para hacer ese salto de puenting del que llevas tanto tiempo hablando o esa escapada aventurera al destino más insospechado.
Kit festivo
Para los más atrevidos no pueden faltar los regalos para disfrutar en la intimidad, tanto para ellos como para ellas. Que no se diga que no lo intentaste y que tengas un ¡Feliz San Valentín!
Por: Laura Herrera Centeno