Octubre fue declarado en 2006 como el National Bullying Prevention Month, o Mes Nacional de la Prevención del Bullying en Estados Unidos. Desde entonces, el décimo mes del año ha sido propicio para crear conciencia sobre el acoso escolar y sus efectos devastadores en los niños y las familias.
El acoso puede ocurrir de múltiples maneras. Puede ser verbal, físico, a través de la exclusión social o de fuentes digitales como las redes sociales. A diferencia de las burlas o peleas mutuas, hay bullying cuando una persona o un grupo de personas se percibe como más poderoso que otro y toma ventaja de ese poder a través de agresiones físicas repetidas, amenazas de daño, intimidación o excluyendo deliberadamente a una persona de un valor. grupo social.
Ser intimidado afecta gravemente la imagen de sí mismo, las interacciones sociales y el rendimiento escolar de la persona. Además, puede provocar depresión, ansiedad, uso de sustancias e incluso pensamientos y comportamientos suicidas.
Bullying en números
Según los datos del Suplemento sobre Delincuencia Escolar citados en el Informe de Indicadores de Delincuencia y Seguridad Escolar de 2021, en el 2019 alrededor del 22 % de los estudiantes entre 12 y 18 años informaron haber sido acosados en la escuela.
Este porcentaje fue mayor para los estudiantes de dos o más razas (37 %), que para los estudiantes blancos (25 %), negros (22 %) y asiáticos (13 %).
Te puede interesar:Experiencias adversas en la niñez y la salud
¿Cómo prevenir el acoso escolar?
Abordar y prevenir el acoso escolar es algo que todos pueden hacer cada día, no solamente durante el National Bullying Prevention Month.
StopBullying.org, un sitio web oficial del gobierno de Estados Unidos que brinda información sobre qué es el acoso escolar, qué es el ciberacoso, quién está en riesgo y cómo se puede prevenir y responder al acoso, aconseja lo siguiente para prevenir la intimidación escolar:
Abordar el acoso en la escuela: los educadores y maestros pueden crear un entorno de aprendizaje seguro y una cultura de positividad, inclusión y respeto en el aula. Las escuelas pueden comunicar las políticas de intimidación en su escuela a los padres, estudiantes, maestros y personal, además de hacerlas cumplir.
Hablar sobre la intimidación en el hogar: los padres y cuidadores pueden hablar con sus hijos sobre los muchos roles que los niños pueden desempeñar en el bullying. Al hacer preguntas abiertas, pueden reflexionar sobre la experiencia de sus hijos y comunicar expectativas sobre el comportamiento apropiado, en persona y virtualmente. Los padres son los principales modelos a seguir para sus hijos, y cuando modelan el comportamiento que esperan de ellos, les enseñan a través de acciones.
Apoyar a su comunidad: los mentores también pueden ser modelos de amabilidad, inclusión y respeto, proporcionar un refuerzo positivo a los niños y adolescentes puede ayudar a protegerlos del acoso y otros comportamientos de riesgo. También pueden brindar apoyo a todos los niños involucrados y ayudar a garantizar que el bullying no continúe y que sus efectos se minimicen.
Buscar ayuda: los jóvenes que experimentan acoso físico o digital pueden comunicarse con un adulto de confianza para hablar sobre ello y obtener apoyo.
¿Y el ciberbullying?
Si los niños y jóvenes están siendo acosados cibernéticamente, pueden ejecutar las siguientes acciones:
- Registrar capturas de pantalla como evidencia
- Bloquear a las personas que están acosando
- Si son testigos de alguna intimidación, pueden cambiar la conversación y desviarla
- No compartir las publicaciones
- Si sienten que pueden hacerlo, pueden defender a la persona acosada, ya sea solos o con amigos como grupo. En caso de no sentirse seguros, pueden comunicarse con la persona que está siendo acosada para expresarle su apoyo y hacerle saber que no está de acuerdo con eso.
Te puede interesar:
Estudio sostiene que el ciberbullying puede llevar al suicidio