A partir del próximo 1 de julio, manejar a alta velocidad en Florida dejará de ser una simple falta de tránsito para convertirse, en ciertos casos, en un delito penal que podría costar días de cárcel. La nueva ley estatal, bautizada como “Dangerous Excessive Speeding Act” o House Bill 351, establece sanciones más severas para quienes conduzcan muy por encima de los límites legales o de manera extremadamente peligrosa.
La medida surge como respuesta a un fenómeno que, según autoridades y legisladores, ha ido en aumento que es la cultura de velocidad extrema en las carreteras del estado. Con esta legislación Florida se suma a otros territorios del país que están tomando cartas más firmes contra la conducción temeraria, según han reportado medios de comunicación locales.
El representante republicano Danny Álvarez, uno de los impulsores de la norma, argumenta que ya no basta con imponer multas para frenar este comportamiento. “No pretendemos ser los aguafiestas del volante, sino garantizar que todos lleguen seguros a casa”, afirmó Álvarez, quien representa al condado de Hillsborough.
La ley detalla dos situaciones que activarán automáticamente estas nuevas sanciones penales. La primera es conducir 50 millas por hora o más por encima del límite establecido. Por ejemplo, circular a 115 mph en una vía donde el máximo permitido es 65 mph.
La segunda contempla a los conductores que, aunque no superen esa diferencia de 50 mph, manejen a 100 mph o más de forma que pongan en riesgo la seguridad de otros o interfieran con la operación de otros vehículos. Es decir, se penalizará no solo la velocidad bruta, sino también la forma en que se conduce.
El cambio más trascendental de la nueva normativa es que estas conductas dejarán de ser una infracción civil para convertirse en un delito penal. Esto significa que el conductor no podrá resolver su caso pagando una multa y continuando su vida como si nada. En todos los casos, deberá comparecer ante un juez.
Multas y cárcel
Las consecuencias son contundentes. Una primera condena por velocidad excesiva peligrosa podría suponer hasta 30 días de cárcel o una multa de 500 dólares. En caso de reincidir la pena se eleva hasta 90 días tras las rejas y/o una multa de 1.000 dólares.
Además, quienes acumulen una segunda o más condenas por este mismo motivo en un plazo de cinco años perderán su licencia de conducir por un periodo que oscila entre 180 días y un año.
El endurecimiento de la ley es, en palabras de los legisladores, una forma de enviar un mensaje claro a todos los conductores de Florida, que la conducción imprudente no tendrá cabida en las calles ni carreteras del estado.
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Pese a campañas educativas y de concienciación, las estadísticas de accidentes relacionados con la velocidad no han dejado de preocupar a las autoridades. Con la entrada en vigencia del House Bill 351, esperan reducir el número de siniestros fatales y lesiones graves que cada año enlutan a cientos de familias floridanas.
Para quienes disfrutan de pisar el acelerador, la advertencia es clara, pues a partir del 1 de julio, correr de más podría salirles muy caro, no solo en el bolsillo, sino también en libertad.