El miedo es la emoción que forja a los valientes. En Centroamérica se experimenta por varias razones y muchas veces se le enfrenta tratando de poner tierra de por medio. En retirada van mujeres golpeadas, hombres con vidas prometidas al más allá. Familias que desean llegar a ese lugar donde los niños encaran a la muerte: La frontera sur.
Periodísticamente el drama de un pequeño que perdió la vida siempre es primera plana. Recientemente otro más que se suma a la lista. Algunos han muerto por fiebre. Otros no han recibido atención médica oportuna. Hay historias de chiquillos que se han ido “al otro paraíso” porque el sistema les falló.
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Son muchas las narraciones que han hecho llorar al mundo entero. Solos, junto a sus padres, tomados de las manos de amigos. Los pequeños en muchas ocasiones han sido el drama dentro del nefasto guion de la vida de los aspirantes a refugiados.
Niños encaran a la muerte
Recientemente un niño migrante de 9 años murió. Fue hallado inconsciente por agentes fronterizos estadounidenses en el Río Grande. La información fue dada de manera escueta por la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.
La frontera sur ha tenido vocación de “germinador de angelitos” en muchas oportunidades. Las posibilidades de perder la vida en la aventura fronteriza ha sido alertada por los estadounidenses. En febrero, la CBP interceptó a 9.457 menores de edad en la frontera. La cantidad representa un aumento del 60% con respecto a los 5.858 de enero.
La cifra de niños transitando la frontera sur de Estados Unidos es mayor a la de marzo de 2019. Sin embargo aún es mustia si se compara con el mayo antes de la pandemia. Para ese momento, según datos extraídos de un reportaje de la BBC se interceptaron a casi 12 mil niños.
El niño de la historia reciente fue encontrado con su madre y un hermano de 3 años. Todos estaban inconscientes. Sus cuerpos yacían en una isla del lado mexicano del río. El hallazgo ocurrió el pasado día 20, según comunicado de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.
Los agentes administraron primeros auxilios y trasladaron a los migrantes a territorio estadounidense. La mujer y el más pequeño de los niños recuperaron la consciencia. El otro menor, sin embargo, no despertó. Fue declarado muerto más tarde por profesionales médicos en Eagle Pass, Texas.
La ola se intensifica
La Patrulla Fronteriza no aportó en su comunicado más detalles sobre las causas de la muerte o las circunstancias del suceso.
Es guatemalteca la madre y sus dos hijos mexicanos. La frontera vive en las últimas semanas un crecimiento en la llegada de migrantes. Muchos de ellos menores no acompañados o familias.
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Los chiquillos encaran a la muerte. Ellos son los que se quedan fijos en las almas entristecidas. Según fuentes gubernamentales citadas por los medios, la Patrulla Fronteriza tiene bajo su custodia alrededor de 5.000 menores de edad. En los albergues del Departamento de Salud, se acogen actualmente a unos 15.000 niños que han cruzado la frontera sin compañía de sus padres, madres o tutor legal.