Michelle Arellano, una niña mexicana de tan solo 10 años de edad, estudiará medicina en la Universidad de Massachusetts pues posee un coeficiente intelectual (IQ) de 158, dos puntos por debajo de Albert Einstein o de Stephen Hawking.
La pequeña considerada una niña genio, es oriunda de Tuxtla Gutiérrez, capital del estado de Chiapas. Dicha genialidad es una característica que puede estar presente en tres de cada 100 niños, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ella sueña con ser médico para poder curar el cáncer y el autismo, bióloga marina y actriz, según ha manifestado en una entrevista concedida a agencias internacionales.
Los padres de Michelle relatan que la niña aprendió a hablar inglés cuando tenía 2 años, y ya a sus 4 años era capaz de leer y escribir en ese mismo idioma. Actualmente domina el francés, italiano y alemán.
Los maestros de Michelle se percataron de sus habilidades intelectuales poco comunes y recomendaron a sus padres apoyarla para que recibiera una preparación avanzada.
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Aprobó primaria, secundaria y recientemente la prueba del Centro Nacional para la Evaluación de la Educación Superior (Ceneval) para certificar su preparatoria. La niña comenzará sus estudios universitarios el próximo 29 de agosto; los dos primeros años serán de clases virtuales y luego serán presenciales en Estados Unidos según explicó su madre, Karina Guillén Cruz, quien es médico especialista en cirugía cardiovascular.
Michelle además es considerada una artista pues dibuja, pinta y toca el piano. También se destaca en varias disciplinas deportivas como básquetbol y es cinta negra en taekwondo.
Karina Guillén Cruz, dice que encontrar el camino adecuado y entender a su hija ha sido una labor angustiosa y frustrante. Tuvo que consultar a especialistas, buscó por internet casos similares y además debió lidiar con el sistema educativo mexicano ya que Michelle fue rechazada de cinco escuelas primarias en Chiapas, pues los maestros argumentaban que no podían lidiar con la inteligencia de la pequeña.
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Refiere Guillén que cuando por fin su hija fue aceptada en una escuela, le solicitó a la Secretaría de Educación en Chiapas que la promovieran de grado porque Michelle se aburría en clases ya que en dos horas se aprendía todo.
La Secretaría de Educación accedió y la pasó de cuarto año a sexto de primaria, luego con una evaluación única acreditó la primaria en noviembre de 2021, en marzo de 2022 la secundaria, y el 4 de julio la preparatoria.