La música lo ha llevado a cruzar fronteras y cumplir sueños que alguna vez parecían imposibles. Nicolás Tovar es uno de los más destacados cantautores y productores de la industria de la música contemporánea hispana, con una trayectoria que ha dejado huella en grandes proyectos y junto a figuras internacionales.
Nacido en la ciudad de Barranquilla, Colombia, Tovar sintió la música y el arte desde pequeño. Aunque su carrera se ha desarrollado fuera del país, conserva vivos los recuerdos de su infancia en su país natal.
“Mis recursos de niño en Colombia siempre me rondan en la mente. Fue una niñez feliz, rodeado de tíos que me alcahueteaban todo. Me apoyaron en la música, en mi arte, vieron algo en mí”, contó en entrevista para El Sol Latino Newspaper, donde aseguró que desde pequeño recibió formación musical: clases de guitarra y hasta rondas familiares donde sus primeras canciones tomaban vida.
Aunque en Colombia trabajó en Las Juanas y en la obra de teatro El Saldadito de Plomo, la carrera de Tovar marcó un gran paso en 1997. Motivado por una propuesta del reconocido productor colombiano Kike Santander, se trasladó a Estados Unidos para trabajar con Emilio Estefan. “Fue una gran aventura. Dejé todo por una oportunidad que podía no repetirse. Y tuve la suerte de llegar en el mejor momento”.
Poco tiempo después, su talento lo llevó a trabajar en uno de los álbumes más icónicos de Shakira, ¿Dónde están los ladrones?. Aquí comenzó su historia con la producción musical, un camino que lo llevaría a colaborar con artistas como Gloria Estefan, Lenny Kravitz, Céline Dion, Carlos Vives y muchos más. “Llegar acá y trabajar con gente que siempre admiré, con mis ídolos, era una locura. Arriba podía estar Carlos Vives, abajo Gloria, y tú en medio haciendo tu trabajo. Fue una escuela hermosa”.
“Fueron años de ayudarme a entender la industria, de ver su evolución, y de ver también como se fue desboronando cuando entró la piratería. Yo le doy muchas gracias a Dios de todas las oportunidades que me ha dado. Fue un privilegio haber estado en el momento, en la hora, en el lugar justo para formar parte de diferentes historias”.
Para Tovar, la música es más que un oficio, es su forma de conectar, de entender la vida y de tender puentes entre culturas. “Ha sido una especie de networking espiritual. Me permitió conocer a mis ídolos, ser parte de sus carreras, construir algo juntos”.
Un colombiano que lleva su esencia al mundo

Aunque ha vivido parte de su vida fuera del país, Tovar, quien se declaró defensor del folclore nacional y orgulloso de sus raíces caribeñas, mantiene una conexión permanente con Colombia.
“Vivo conectado con una familia hermosa. Con mi papá y mi mamá que, gracias a Dios, me los tiene vivos, y con un hermano que todavía vive allá. Mi conexión con Colombia es permanente, tiene tanto para dar. Nosotros nos podemos medir a lo que sea, no le tenemos miedo a nada. Somos gente con una esencia muy buena, somos agiles, inteligentes y sorpresivos”.
Con sus producciones, Tovar ha mostrado al mundo la riqueza de los sonidos colombianos y latinoamericanos, siempre con respeto y autenticidad. “Yo amo la música de Colombia y su esencia. Yo he sido muy inquieto con la parte de nuestras esencias y nuestro folclore. Lo respeto tanto, es fascinante, al punto que nos volvimos una potencia mundial de la música. Nos volvimos tan respetados que nos convertimos en una referencia a nivel mundial”.
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Un consejo para quienes sueñan con emigrar
Con la experiencia de haber llegado a Estados Unidos desde cero, Tovar envió un mensaje a todos aquellos colombianos que desean emprender ese mismo camino. “Primero que entren legalmente, que hagan sus papeles, y, segundo, que vayan detrás de sus sueños. Cuando tu encuentras tu nicho y la forma de hacer las cosas, este país te premia, y más si eres constante y trabajas con amor”.