El tiempo de permanencia de familias inmigrantes con hijos en albergues de la ciudad de New York estará limitado a 60 días. La nueva medida busca aliviar la presión sobre el sistema de alojamiento de la metrópoli que se ha visto desbordado por el inmenso flujo de solicitantes de asilo en el último año.
Eric Adams, alcalde de New York, anunció la medida mientras que su oficina informaba sobre el inicio del envío de notificaciones de 60 días a las familias inmigrantes con niños que se encuentran alojadas en los albergues para que busquen otros lugares donde vivir.
La alcaldía también proporcionará servicios intensificados de trabajo social con el propósito de ayudar a las familias a conseguir un nuevo alojamiento, de acuerdo con una nota de prensa oficial.
La normativa también trata de dar alivio a las finanzas de la ciudad que enfrenta la llegada de más de 120.000 inmigrantes, muchos de ellos sin un lugar para vivir y sin permiso para trabajar. Según la oficina de Adams, en la actualidad más de 60.000 inmigrantes viven en albergues municipales.
El alcalde calcula que la ciudad gastará unos 12.000 millones de dólares en los próximos tres años para hacer frente a la afluencia migratoria, mediante la creación de refugios de emergencia, el alquiler de hoteles y la prestación de servicios públicos a los inmigrantes.
En septiembre pasado, el alcalde Adams limitó la estancia de los inmigrantes adultos a 30 días en las instalaciones municipales debido al hacinamiento; también pretende suspender un acuerdo legal que obliga a la ciudad de New York a proporcionar alojamiento de emergencia a las personas sin hogar.
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“Con más de 64.100 solicitantes de asilo aún bajo el cuidado de la ciudad, y miles de migrantes más llegando cada semana, ampliar esta política a todos los solicitantes de asilo bajo nuestro cuidado es la única manera de ayudar a los migrantes a dar los siguientes pasos en sus viajes”, indicó el regidor neoyorquino en un comunicado.
En fecha reciente el alcalde Adams realizó un viaje de cuatro días por América Latina. Comenzó en México donde intentó disuadir a los migrantes en tránsito viajar a New York, diciéndoles que el sistema de refugios de la ciudad está al límite de su capacidad y que sus recursos están saturados.