El gobernador Phil Murphy y el superintendente de la policía estatal de New Jersey, coronel Patrick Callahan, se pronunciaron por el fallecimiento de Joanne Deborah Byron, también conocida como Joanne Chesimard, una fugitiva estadounidense que asesinó brutamente a un funcionario del estado y veterano de la guerra de Vietnam, Werner Foerster.
A través de un comunicado, Murphy y Callahan aseguraron que durante años se había trabajado para llevar a Chesimard de regreso a New Jersey, con la intención de que enfrentara la justicia por el asesinato del funcionario.
“Lamentamos la pérdida de Foerster todos los días y expresamos nuestras más sinceras condolencias a su viuda, Rosie, a su hijo, Eric, y a toda su familia. A diferencia de su asesino, el policía nunca tuvo la oportunidad de vivir sus últimos días en paz. Mantenemos nuestro firme compromiso de honrar su memoria y sacrificio”.
Murphy y Callahan, quienes se enteraron del fallecimiento de Chesimard al hablar con el Secretario de Estado, Marco Rubio, aseguraron que se opondrán a cualquier intento de repatriar los restos de la activista de los derechos de los afroamericanos que fue incluida por Washington en su lista de los “terroristas” más buscados y refugiada en la isla durante más de 40 años.
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Chesimard falleció el pasado 25 de septiembre en La Habana, a los 78 años, como consecuencia de padecimientos de salud y su avanzada edad, señaló la cancillería cubana en un comunicado publicado en su página de internet.