El Papa emérito Benedicto XVI murió este sábado 31 de diciembre a los 95 años de edad, en la residencia del Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, que había elegido como residencia tras renunciar al ministerio petrino en 2013.
El deceso de Benedicto XVI se pone fin a la transcendental vida de un hombre de la Iglesia que se llamó a sí mismo un humilde trabajador en la viña del Señor según refiere una nota informativa de la agencia de noticias católicas ACI Prensa.
El fallecimiento del prelado fue anunciado en un comunicado oficial por el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, quien manifestó: “con tristeza les informo que el Papa emérito, Benedicto XVI, falleció hoy a las 9:34 (de la mañana hora local de Roma), en el Monasterio Mater Ecclesiae en el Vaticano.
En una rueda de prensa realizada en la Sala de Prensa del Vaticano, Bruni informó a los periodistas de las diferentes agencias de noticias que el jueves 5 de enero de 2023, a las 9:30 de la mañana se celebrará el funeral en la Plaza de San Pedro presidido por el Papa Francisco.
Bruni dijo además que Benedicto recibió la Unción de los Enfermos el pasado miércoles 28 de diciembre al final de la Misa en el Monasterio y en presencia de las Memores Domini, que lo asistieron diariamente durante sus últimos años.
Joseph Aloisius Ratzinger fue elegido Papa en abril de 2005. Tomó el nombre de Benedicto XVI tras décadas de servicio a la Iglesia Católica como teólogo, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cardenal y uno de los más cercanos colaboradores de San Juan Pablo II, a quien sucedió en el papado.
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El 11 de febrero de 2013, Benedicto XVI, de 85 años entonces, sorprendió al mundo con el anuncio, en latín, de su renuncia, convirtiéndose en el primer Papa en renunciar en 600 años.
Dijo que lo hacía porque su edad avanzada y su falta de fuerzas lo hacían inadecuado para el servicio petrino.
Desde hacía ya varios días el estado de salud del Papa emérito había ido empeorando debido al avance de la edad, tal y como había informado la Oficina de Prensa actualizando la evolución de la situación.
El Papa Francisco había querido compartir públicamente la noticia sobre el empeoramiento del estado de salud de su predecesor al final de la última audiencia general del año, el pasado 28 de diciembre, cuando invitó a rezar por el Papa emérito, “muy enfermo”, para que el Señor le consuele y le sostenga “en este testimonio de amor a la Iglesia hasta el final”.
Reputado intelectual y teologo
Nacido en el pequeño pueblo de Baviera llamado Marktl am Inn, en Alemania, el 16 de abril de 1927, el futuro Papa creció en una región alemana conocida por su piedad y su gran devoción mariana.
Fue el tercero de los hijos de Joseph y María Ratzinger.
Su juventud en el pueblo cercano, también bávaro, de Traunstein, se vio ensombrecida por el partido nazi, un régimen al que consideró “siniestro”.
Luego de un periodo forzado de dos meses en el ejército alemán al final de la Segunda Guerra Mundial, Ratzinger y su hermano mayor, Georg, retomaron sus estudios para el sacerdocio, primero en Freising y luego en Munich.
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Ordenado sacerdote con su hermano el 29 de junio de 1951, Ratzinger concluyó su doctorado en teología y se convirtió en profesor universitario y vicepresidente de la prestigiosa Universidad de Ratisbona en Baviera.
Su reputación como intelectual hizo que el Cardenal Joseph Frings, Arzobispo de Colonia, lo invitara a servir como experto o perito en el Concilio Vaticano II. Rápidamente se distinguió como un eminente teólogo.
En 1977 el Papa San Pablo VI lo nombró Arzobispo de Múnich y Freising. Más tarde, ese mismo año, lo designó cardenal.
Solo cuatro años después, en 1981, el Papa Juan Pablo II lo nombró prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el dicasterio del Vaticano dedicado a promover y defender las enseñanzas de la fe católica. Estuvo en el cargo hasta la muerte de San Juan Pablo II en 2005.
Luego de su renuncia en 2013, estableció su residencia en el monasterio Mater Ecclesiae, un pequeño convento construido en 1994 dentro del Vaticano, donde se dedicó a una vida de oración y estudio.