Para muchos expertos, el mundo produce comida suficiente para todos sus habitantes, pero se estima que al menos 673 millones de personas sufren hambre, mientras que la obesidad y el desperdicio de alimentos aumenta, señalaron datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Actualmente, 673 millones de personas en el mundo siguen acostándose con hambre cada noche. Día tras día, muchas más no saben si recibirán su próxima comida”, lamentó el secretario general de la ONU, António Guterres.
La seguridad alimentaria en el mundo se ve amenazada por factores como la crisis climática y el aumento de la obesidad. “Resulta vergonzoso que se esté utilizando el hambre como arma; la espantosa realidad es que en las situaciones de conflicto la población se enfrenta a condiciones de inanición y hambruna”, agregó.
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Para el secretario, el desequilibrio es grande, pues el mundo dispone de las herramientas, los conocimientos y los recursos necesarios para acabar con el hambre y proporcionar una alimentación adecuada y saludable a todas las personas.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) un tercio de los alimentos se pierde o desperdicia de esta manera: el 13% se pierde durante la cosecha y el transporte y el 19% se desperdicia en las etapas de venta y consumo. Adicionalmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que 900 millones de individuos sufren obesidad y 35,5 millones de niños menores de cinco años tienen sobrepeso.

































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