Centenas de migrantes que a diario llegan a la frontera sur de Estados Unidos se amontonan en improvisados campamentos a la mitad del desierto de California, atestado de serpientes y escorpiones. En ese lugar, sin agua ni abrigo, enfrentan el clima extremo y precarias condiciones sanitarias.
Activistas pro-inmigrantes han calificado estos campamentos levantados a los pies del muro entre Estados Unidos y México como simples centros de detención a cielo abierto donde los migrantes esperan durante días para ser procesados por unas autoridades migratorias que han manifestado que se encuentran sobrepasadas y sin capacidad institucional para agilizar más rápido dichos procesos.
🚨 Just in: Large groups of migrants , mostly military-age Chinese males crossing illegally through open gaps on the border wall in Jacumba Hot Springs, CA. #BorderCrisis #CCP #China
— Aric Chen 陳曉天 (@aricchen) December 5, 2023
“La patrulla fronteriza nos dijo que esta es la nueva normalidad”, comentó la directora ejecutiva de la ONG Al Otro Lado, Erika Pinheiro, entrevistada por la AFP.
Sólo en tres de estos campamentos ubicados en Jacumba, una pequeña localidad en el suroeste de California, aguardan diariamente unos 800 migrantes. Pinheiro afirma que las autoridades los mantienen confinados en este lugar mientras liberan espacio en los centros de procesamiento.
“Son advertidos de que si salen de estos campos serán deportados, pero la patrulla fronteriza no les da comida, agua, refugio o asistencia médica”, comentó Pinheiro, quien agregó que la ONG Al Otro Lado en conjunto con otras organizaciones, les llevan alimentos, agua, cobijas, cargadores eléctricos y les brindan atención médica; pero temen quedarse pronto sin recursos.
Majority of migrants I encountered in Jacumba Hot Springs are Chinese nationals who travel through 7 different countries to U.S. Most Chinese nationals fly to Ecuador to begin their journey to the U.S. since the South American country does not require a travel visa for Chinese… pic.twitter.com/ha69BetEJw
— Jorge Ventura Media (@VenturaReport) December 8, 2023
Durante el día el sol es inclemente y en la noche las temperaturas desciendes bajo cero de noche, y a la intemperie permanecen adultos y niños que apenas se resguardan en desvencijadas tiendas y preparan fogatas con ramas y piedras y sólo disponen de dos baños portátiles.
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Los migrantes cruzan de México a EE.UU. a través de un hueco a los pies de una montaña que interrumpe el imponente muro fronterizo. Una vez en territorio estadounidense los oficiales reparten brazaletes de colores marcados con el día de la semana en el que cada persona se presenta para luego trasladarlos por orden de llegada.
A humanitarian crisis is unfolding near San Diego. Migrants, including pregnant women & children, are at encampments in San Ysidro & Jacumba w/o enough food, shelter or care. I urge my colleagues to acknowledge their fundamental right to basic healthcare to prevent loss of life pic.twitter.com/VXjSz5y2KN
— Alexander Tenorio, MD (@AlexTenorioMD) December 10, 2023
Muchos pernoctan allí a la espera de ser llevados a un centro de procesamiento. Pinheiro explicó que el embotellamiento se debe a que el proceso de solicitud de asilo en Estados Unidos depende del uso de la aplicación CBP One, que puede demorar meses en asignar una cita, lo que obliga a los migrantes a permanecer en condiciones peligrosas en México.
La mayoría de los migrantes que acampan en Jacumba son chinos o turcos, pero también hay ciudadanos de Uzbekistán, Afganistán, Colombia, Ecuador y Perú.