Eliminar la sección 1325 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad fue la idea que atizó en el primer debate demócrata, de cara a las primarias, el exsecretario de Vivienda Julián Castro quien lideró la discusión al defender la no criminalización del cruce de indocumentados.
El primer debate de los aspirantes demócratas a la Casa Blanca comenzó la noche del miércoles con la participación de diez de la veintena de candidatos de este partido y con él una larga carrera presidencial en Estados Unidos, que concluirá con las elecciones de noviembre de 2020.
Ante el elevado número de aspirantes, con 24 candidatos confirmados hasta la fecha, el Partido Demócrata decidió organizar dos debates con los 20 con mejores resultados en los sondeos de intención de voto.
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La crisis migratoria en la frontera entre EE.UU. y México ocupó un gran espacio en la confrontación de ideas entre diez de los aspirantes demócratas a la Casa Blanca. En este tema destacó la visión de Julián Castro, el único latino en contienda para liderar las filas progresistas para 2020.
Quien fuese el exsecretario del Gobierno de Barack Obama (2009-2017) defendió la necesidad de “eliminar” la sección 1325 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que ha permitido a la Administración de Donald Trump implementar su política de “tolerancia cero” contra la inmigración ilegal.
Castro quien es hijo de inmigrantes mexicanos, es parte de una cruzada que emprendió su abuela que pasó de tierras aztecas a los Estados Unidos, abogó por que el cruce de la frontera suponga una falta menor y de esta manera se “descriminalice” la inmigración al señalar que la citada sección se usa para “justificar la separación de familias”.
De acuerdo a la Sección 1 de Código de los Estados Unidos, “cuando un extranjero entra o intenta entrar en el país por cualquier otro lugar, ese extranjero ha cometido, como mínimo, el delito de entrada inapropiada y está sujeto a la multa o pena de prisión prevista en la Sección 1325 (a) del Título 8 del Código de los Estados Unidos”
Dentro de su intervención, Castro expuso que “mi plan de inmigración, el primero en el campo, despenalizaría la migración. No podemos criminalizar la desesperación, como la de Oscar y Valeria, y los niños que están detenidos separados de sus padres”.
Óscar Alberto Martínez, de 25 años, y su pequeña hija Valeria, de tan solo 23 meses de edad son unos salvadoreños de los que hablaron casi todos los debatientes, quienes recrearon el horror de la imagen flotando boca abajo en la orilla del lado mexicano del río Bravo que se ha convertido en el símbolo de una crisis humanitaria que empeora día a día.
Beto O’Rourke, aunque correligionario, fue el aspirante que hizo frente al excongresista, quien no ha sido partidario de eliminar esa provisión por temor a que dé vía libre a traficantes de personas y de drogas, idea desmentida por Castro y por el congresista Tim Ryan, quien señaló que esa misma norma contiene otras provisiones que se dirigen a esos criminales.
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El hispano hijo de la afamada Rossie, dijo que en caso de ser elegido presidente emitiría desde el día 1 una orden ejecutiva encaminada contra la política de “cero tolerancia” de Trump, lo mismo que reformaría el sistema migratorio e instauraría una “plan Mashall” para Centroamérica.
Otras ofertas en materia migratoria
Cory Booker durante su tiempo de exposición, prometió que desde su primer día de mandato reinstalaría la Acción Diferida para Los Llegados en la Infancia (DACA), que protege de la deportación a los jóvenes indocumentados.
“No podemos sacrificar nuestros valores, nuestros ideales como nación por la seguridad fronteriza, podemos tener ambas cosas si actuamos de la manera correcta”, enfatizó.
Bill de Blasio, alcalde de Nueva York, señaló por su parte que deben “decir a cada estadounidense que cualquier cosa que sea lo que les pase, los inmigrantes no le han hecho eso”.
El debate, que se realiza en Miami (Florida) reunió este miércoles a los senadores Elizabeth Warren, Cory Booker y Amy Klobuchar, los representantes a la Cámara baja Tulsi Gabbard y Tim Ryan, y los excongresistas Beto O’Rourke y John Delaney.
También Jay Inslee, gobernador de Washington, y el alcalde de Nueva York Bill de Blasio.