¿Existen otras personas u organizaciones que busquen dañar a los mexicanos en los Estados Unidos? Esa es búsqueda fundamental del Gobierno de México que recientemente entregó una nota diplomática a la Casa Blanca con miras a saber “cuánta inteligencia” sobre el problema del odio maneja el Gobierno de Donald Trump.
Los hechos son monolíticos en el ámbito de las evidencias: Ocho de los 22 asesinados por Patrick Crusius, el supremacista banco de Texas, eran mexicanos. Existe un documento llamado” La Verdad incómoda”, donde el autor justifica el holocausto por los peligros de la “invasión hispana a Texas”. Y por último hay evidencias de que desde las altas esferas conservadoras se haya consolidado un “anima racista”, que tiene a los mexicanos bajo amenaza de muerte.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) divulgó la nota dirigida a la embajada estadounidense en la que “manifiesta su condena y rechazo absolutos por la matanza perpetrada, la cual estuvo dirigida en contra de ciudadanos mexicanos”.
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“Se trata, en consecuencia, de un acto equiparable al delito de terrorismo, previsto por el artículo 139 de nuestro Código Penal Federal, al tener como objeto infligir daño y producir terror en nuestros connacionales en Estados Unidos de América”, sostiene.
La dependencia argumenta que el Código Penal establece la posibilidad de que los delitos cometidos en el extranjero contra mexicanos sean penados en México.
Por ello, la SRE solicita la colaboración del Gobierno de Estados Unidos para que la Fiscalía General de la República obtenga toda la información del caso y determinar si hay otros individuos involucrados u organizaciones de “supremacía blanca” que busquen poner en peligro a la comunidad mexicana en ese país.
Los discursos de odio
“Los discursos de odio no deben tener lugar en nuestras sociedades. El mismo concepto de ‘supremacía blanca’, es decir la falsa idea de que existe superioridad entre las razas, resulta contrario a la convivencia pacífica en cualquier lugar del mundo”, señala el texto remitido a la Casa Blanca.
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Asimismo, el Gobierno mexicano considera “imperativo” que se haga realidad lo expresado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien declaró: “Con una sola voz nuestra nación debe condenar el racismo, el fanatismo y la supremacía blanca. Estas ideologías siniestras deben ser derrotadas”.
Finalmente, la SRE subraya que la defensa de la comunidad mexicana en Estados Unidos es una obligación fundamental de la política exterior de México, y que “como simboliza la misma ciudad de El Paso, la presencia de nuestros connacionales complementa, nutre y fortalece a la nación estadounidense”.