Con la satisfacción del deber cumplido, después de haber reducido un 56% el flujo migratorio a territorio estadounidense, México quiere cambiar de tema con su vecino y comenzar a hablar sobre el tema de las armas de fuego.
La delegación del Gobierno de México visitó Washington el martes para reunirse con el vicepresidente Mike Pence con la intención de cambiar de tema tras la crisis desatada en mayo por el éxodo centroamericano.
Los mexicanos pusieron sobre la mesa otro asunto espinoso en la relación bilateral. Se trata de las 567 armas que cada día ingresan forma ilegal a México según informes del Gobierno mexicano, que aumentan los hechos de sangre.
“Queremos congelar el tráfico de armas ilegales”, dijo el canciller mexicano Marcelo Ebrard tras su reunión con Pence. El encargado de Exteriores aseguró que un grupo conformado por funcionarios de ambos países comenzará a trabajar para informar todos los meses cuántas armas fueron introducidas a México y de qué forma.
Te puede interesar:Autoridades detienen a 147 migrantes centroamericanos en el sur de México
El canciller ya había presentado en julio la idea a su homólogo Mike Pence, durante una visita a México pero no lo había planteado en la Casa Blanca, informó el diario El País.
El fiscal para la zona norte de Chihuahua informó en días pasados que el 90% de las armas utilizadas en homicidios cometidos en Ciudad Juárez, que en los días transcurridos de septiembre ha registrado ocho asesinatos diarios, fueron adquiridas en tiendas de deportes de Texas y Nuevo México. En muchas ocasiones ni siquiera pasaron 90 días entre la compra de los rifles y pistolas y el crimen cometido al otro lado de la frontera.
Pero el tema de las armas no fue destacado por la Casa Blanca tras el encuentro y mantuvo su atención en el tema de la amenaza que para ellos significa la inmigración ilegal. “El vicepresidente reconoce los significativos pasos que el Gobierno de México ha dado para disminuir el flujo migratorio”, afirmó el Gobierno estadounidense un breve comunicado. “Los líderes coinciden en que aunque ha habido avances, mucho trabajo queda por hacer para reducir aún más el número de migrantes ilegales a Estados Unidos”.
La Casa Blanca también indicó que Ebrard y Pence acordaron “implementar al máximo” el Protocolo de Protección de Migrantes (MPP por sus siglas en inglés), programa conocido localmente como Quédate en México, que permite a los solicitantes de asilo en Estados Unidos aguardar en territorio mexicano mientras sus casos son revisados por un juez. El MPP fue lanzado en México el 24 de enero, cuando comenzó a utilizarse por razones humanitarias.