Durante el año 2019 aproximadamente 70.300 migrantes de diferentes países del mundo solicitaron refugio en México según los registros publicados por el titular de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), Andrés Ramírez.
La cifra contrasta con la registrada en el año 2018 cuando el país azteca recibió 26.631 solicitudes, lo que significa que en 2019 la cifra se incrementó 2,6 veces, lo cual refleja un aumento exponencial del fenómeno migratorio.
A través de mensajes difundidos por sus redes sociales, el funcionario indicó que al 31 de diciembre de 2019 la mayoría de los solicitantes de refugio provenían de Honduras (30.045), seguidos de El Salvador (8.991) y Cuba (8.677).
Las cifras recabadas por la Comar refieren que la mayoría de las solicitudes de refugio se recibieron en la delegación de ese organismo en la ciudad de Tapachula, en el estado de Chiapas que es fronterizo con Guatemala.
Otras solicitudes que han aumentado son las de migrantes de Venezuela (7.662), Haití (5.338), Guatemala (3.758) y Nicaragua (2.227). Los siete países anotados en conjunto suman 66.698 de casos, es decir el 94,8% del total de las solicitudes.
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Mediante un comunicado la Comar, en colaboración con el Instituto Nacional de Migración, señaló que agilizará el procedimiento de registro de solicitudes sin afectar su calidad ya que se debe garantizar que personas cuya vida corre riesgo no sean deportadas.
La Comar recordó que en el presente año eliminó el sistema de citas para atender a personas en necesidad de protección internacional en todas las oficinas. Además se estableció un convenio con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, con el propósito de hacer un plan nacional de capacitación que permitió realizar nueve sesiones.
México fue elegido para ejercer la presidencia pro tempore del Marco Integral Regional de Protección y Soluciones 2019, periodo en el que con su liderazgo logró la inclusión de El Salvador y consolidó alianzas regionales.
La migración aumentó en México desde octubre de 2018 cuando caravanas con miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos, comenzaron a ingresar con el objetivo de cruzar el país para llegar a Estados Unidos.