París Saint-Germain y Bayern de Múnich ponen en juego el domingo su prestigio frente al Inter Miami de Lionel Messi y el Flamengo, en un Mundial de Clubes en el que ya probaron la lona en la fase de grupos.
A sus 38 años, y con un palmarés inigualable, Messi vivirá una experiencia desconocida en su cita con el PSG: enfrentarse a un antiguo equipo.
El astro argentino se reencontrará con la escuadra a la que perteneció entre 2021 y 2023 en un duelo que arrancará a las 16H00 GMT en el estadio Mercedes Benz de Atlanta.
Sobre el papel, la correlación de fuerzas se antoja desnivelada en favor de los parisinos que, en el segundo año al mando de Luis Enrique, tomó velocidad de crucero conquistando la primera Liga de Campeones de su historia junto a los títulos de liga y copa francesas.
Para el Inter, una franquicia con seis temporadas de vida en la MLS, su mayor éxito ha sido precisamente meterse entre los 16 mejores del Mundial, una competencia a la que fue invitado bajo el influjo de la presencia de Messi.
El propio Javier Mascherano, su joven entrenador, admite sin complejos la superioridad del PSG, al que considera “un rival de un poderío único”, pero apeló al largo historial de sorpresas en el fútbol, que en este Mundial ha sumado algunas páginas.
“No somos ilusos y sabemos que alrededor del partido somos el equipo más débil, eso está claro, pero no implica que nos maten de antemano”, pidió el sábado el timonel argentino.
“Si hay un deporte que te da posibilidades de competir contra equipos de mayor jerarquía es el fútbol”, estimó. “Por qué no intentar hacer el mejor partido posible, prácticamente el partido perfecto para nosotros, y alguna chance para pasar la eliminatoria”.
“Un partido muy especial”
Si a alguna carta puede aferrarse Mascherano es a una enésima genialidad de Messi, ya decisivo en el triunfo clave ante el Oporto con un espectacular tiro libre, también en Atlanta.
Este torneo puede ser el punto culminante de la etapa de Messi en Miami. Su contrato concluye a final de año y el ansiado anuncio de renovación por una campaña más, que aseguraría su presencia en el Mundial de selecciones de 2026, se está demorando más allá de lo deseado por la afición del Inter y la MLS en general.
Mientras tanto, el destino volvió a cruzar su camino con el del PSG, el club que lo acogió tras su traumática salida del Barcelona y que tiene todavía una espina clavada de aquella etapa.
Formando un tridente de ensueño con Neymar y Kylian Mbappé, Messi alzó dos títulos de liga con el PSG pero falló en el gran objetivo de coronarlo campeón de Europa por primera vez.
Con la casaca albiceleste, además, le arrebató de las manos a Francia el trofeo de la Copa del Mundo en la final de Catar-2022.
El cruce de octavos será un doble reencuentro para Messi ya que en el banquillo parisino se sienta el español Luis Enrique, con el que tuvo alguna sonada disputa durante las tres exitosas temporadas juntos en el Barcelona.
“Va a ser un partido muy especial por poder reencontrarme con estos jugadores, que más que jugadores son amigos. Pero somos profesionales y sabemos lo que nos estamos jugando”, dijo Luis Enrique sobre Messi y sus otros tres expupilos del Inter: Luis Suárez, Jordi Alba y Sergio Busquets.
“La calidad no la han perdido (…) Messi con el balón es único”, dijo el exseleccionador español, que está en especial alerta desde la derrota ante Botafogo en la fase de grupos.
En el plano táctico, Luis Enrique no confirmó si contará por primera vez con el punta Ousmane Dembélé tras su lesión en el muslo izquierdo.
El efecto Filipe Luís
Completando el menú de octavos del domingo, el Bayern de Múnich enfrentará al Flamengo en el Hard Rock Stadium de Miami a partir de las 20H00 GMT.
Flamengo, primero del Grupo D por encima del Chelsea, realzó la gran fase inicial del fútbol brasileño con su estilo alegre y vistoso.
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La escuadra carioca sigue en pleno despegue desde que Filipe Luís asumió el banco a finales del año pasado. Con tres títulos desde entonces, igual número que de partidos perdidos, la labor del excarrilero es seguida con lupa desde grandes despachos europeos.
En Miami tendrá enfrente al belga Vincent Kompany en una partida de ajedrez entre los dos entrenadores más jóvenes de las eliminatorias, ambos de 39 años.
Discípulo de Pep Guardiola, Kompany tiene por delante una gran oportunidad para afianzarse en el exigente banco bávaro si logra evitar sobresaltos como su derrota de la primera fase ante el Benfica.
Por: AFP