María del Pilar Morales es una “baby boomer” que se crio mecida en la cuna de las “ondas hertzianas”. Tiene más de un cuarto de siglo practicando la virtud de escuchar, que se estima es el camino para acceder al don que tiene para hablar. Recientemente entrevistó a la vicepresidenta de los Estados Unidos. Nos dijo sin tono de sorpresas ni dramatismos: “Kamala es como nosotros”.
Dios no nos reconforta en diferido. Su amor siempre está online para cada uno de nosotros. Él se ayuda “En tus Mañanas”. A través del programa de la radiodifusora mucha gente humilde de Filadelfia expone sus desesperanzas y triunfos. La comunicadora social de ascendencia puertorriqueña sabe que “a pesar de los problemas, familia es familia y cariño es cariño”.
En un mundo donde todo está bajo “métricas”, sacar las cuentas no fue difícil para la Casa Blanca. María del Pilar es la voz de la comunidad latina en Filadelfia. Su aplomado timbre vocal, dotado de empoderada femineidad, atraviesa todos los rincones de los hogares. Ella se guarda en el corazón de los oyentes, allí consigue refugio. En ese lugar los escuchas la atesoran. Ella es una matriarca que goza del reconocimiento de Washington. Por eso fue elegida.
La gente responde con la misma empatía a quienes tienen un toque distinto. “Cuando alguien te hace sentir igual, al mismo nivel, esa persona es grande”. El entrecomillado corresponde a una impresión que ella tuvo de Kamala Harris. Esa misma percepción, palabra por palabra, representa a María del Pilar en todos los sentidos. Ella conversó gentilmente con El Sol Latino y contó su experiencia de entrevistar a la vicepresidenta.
“Kamala es como nosotros”
“Cuando el gerente de la emisora Marc Guralnick me llama y me dice: tenemos pendiente para que entrevistes mañana a Kamala Harris, I said, what! ¿Entrevistarla?”. Así fue la reacción de la locutora al conocer que la White House deseaba que fuera ella quien entrevistara a la primera vicepresidenta de los Estados Unidos. Su asombro estaba centrado en muchas cosas: la barrera idiomática, el peso del personaje y los nervios que jamás abandonan a ningún profesional por más consagrado que esté.
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La conversación siguió: “¿Ella habla español?, fue lo primero que dije. ¿Pero estás seguro, es la vicepresidenta? “Sí, sí”, respondió el manager. María del Pilar se deshizo en elogios para con sus colegas en La Mega 105.7. “¡Por que yo?, mis compañeros saben mejor inglés!”. No obstante su destino estaba escrito. Ella no se ofreció. No se negó. Y de los laberintos de su memoria no escapará el “ring tone” con el que se estableció el puente telefónico entre ella y Kamala Harris.
María del Pilar Morales está convencida de que Kamala es como nosotros. “La vicepresidenta solicitó la entrevista porque iba a anunciar la importancia de vacunarse”, dijo la radiodifusora. “Informaría que FEMA abría por primera vez un lugar en el Pennsylvania Convention Center, para que la gente fuera a vacunarse. Ella quería llevar el mensaje sobre todo a las minorías y específicamente a los más vulnerables que son los inmigrantes”.

“Ella quería hacer sentir cómodos a los latinos inmigrantes, que sintieran confianza y lo importante, que es vacunarse. Esos son detalles que los tiene la familia de uno. Tu mamá te puede decir ‘nena tienes que ir al médico’. Sentí como que la vicepresidenta tenía ese carisma con nosotros, que le importamos como comunidad latina. Y ese detalle de que ella fue la que buscó el medio de comunicación. Claro, escogió al que más escucha la gente. Ella fue la que eligió y al único medio fue La Mega, y lo que habló fue directamente a la comunidad latina. Específicamente sobre la importancia de vacunarse y que los inmigrantes no tuvieran miedo, que salieran a vacunarse”.
Una lección profesional
El profesionalismo se cultiva. El oficio del periodista se labra. Su desempeño requiere de meticulosos procesos que no se deben obviar. La comunicadora María del Pilar Morales nos ofreció una clase magistral sobre las adyacencias de la entrevista. Sus palabras pueden servir de guía para aquellos que estén en el camino del periodismo.
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“Ya enterada de la fecha y hora, entonces me preparé. Leí un poquito más acerca de ella. Busqué detalles. Siempre es bueno cuando uno va a entrevistar a alguien conocer a profundidad sobre la persona con la que uno va a hablar. No porque sea la vicepresidenta ya sabemos todo de su vida. Leí bastante de ella, preparé unas preguntas básicas que cualquier persona le haría a una mujer vicepresidenta”.
– ¿Estabas nerviosa?
– Al comienzo sí. Mucha gente cree que yo no me pongo nerviosa, no es así. Es un reto. Una entrevista a la vicepresidenta de los Estados Unidos. No es como entrevistar a “pancho pistolas cara de queso de la esquina”, que uno se sienta… Y más cuando hay un idioma diferente, pero creo que ella me dio mucha confianza. Uno siente la vibra y se me olvidó mi impedimento de no hablar el inglés fluido, y lo hicimos muy bien. Me sentí: ‘hay que bueno, lo hice’. Y ella se sintió tan cómoda. Ella me decía, ‘Mæria, Mæri’, y sentí que Kamala es como nosotros. Exactamente. Nadie está tan arriba, ni tan abajo. Cuando alguien te hace sentir igual, al mismo nivel, esa persona es grande. Porque no es que se baja, sino que te está haciendo sentir que ‘tú eres igual. Que no hay nadie mejor que nadie. Así que me sentí, muy bien, muy feliz. Luego que terminé, me dije: ‘Yo hablé con la vicepresidenta, ¡oh my God! ’. Quería beberme una botella de champagne, pero era muy temprano”.
Un largo telefonema
Nuestros padres nos cedieron por tradición oral un lapidario aforismo: “Gente mucha, personas pocas.” Pertenece a Diógenes de Sinope, un filósofo griego de 390 A.C. Todos sabemos sobre esta particular aura humana. La reconocemos donde esté.
María del Pilar notó en Kamala Harris esa diferencia. “Se suponía que ella iba a tener otra entrevista y que dispondría de solo cinco minutos. Pero ella siguió y se extendió hablando tan cómodamente. Fue como encontrarme con una amiga y hablar. Ó sea, yo fui la que le dije: ‘sé que tienes un compromiso’, porque ella seguía hablando. Me habían advertido que tenía otro compromiso, que estaba muy ocupada, pero aun así no le importó el tiempo y siguió contestándome las preguntas específicamente de nuestra comunidad latina”.

La periodista nos ayudó a comprender las deferencias. “En estas últimas elecciones el latino hizo una gran diferencia. Porque cuando uno quiere un cambio, tiene que poner de su parte. Sobre todo ella, quien habló en general. No creo que habló nada más a los demócratas. Ella se dirigió a los seres humanos. Recomendó insistentemente en que hay que vacunarse. Resaltó la importancia de la vacuna. Pidió a todos salir a vacunarse. Esa vacuna que está allí para todos”.
Una experiencia emocionante
Kamala es como nosotros. La afirmación ha quedado como un mantra en el ecosistema discursivo de María del Pilar. Entrevistar a la vicepresidenta “fue un peso fuerte. Mucha gente se cree que no. Es una responsabilidad. Porque si yo fallo no van a mirar las 99 veces que los defendí, van a notar la única que fallé y es bien importante eso”.
“Y otra cosa que quiero aclarar y añadir. El estado de Pensilvania fue crucial para que hoy ella sea vicepresidenta. Ella entendió lo importante que fue este estado y la comunidad que no votaba salió y se giró a su favor. Creo que la entrevista y su mensaje fue una forma de agradecimiento. El decirnos a nosotros ‘vacúnense que los quiero vivos’. No sé si para votar otra vez por ellos, pero al fin y al cabo es algo bonito que alguien se preocupe por la salud de una comunidad”.