La líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, sigue firme en continuar su lucha hasta el final, hasta recuperar la democracia de Venezuela. Con la determinación que la caracteriza, insiste en que es necesario “terminar el trabajo”, incluso en medio de la persecución política y el exilio forzado.
“No diré cuándo ni cómo se hará, pero haré todo lo posible para poder regresar y también para poner fin a esta tiranía muy pronto”, enfatizó Machado desde Oslo, adonde viajó de manera discreta y bajo estrictas medidas de seguridad para asistir a la ceremonia del Premio Nobel de la Paz 2025, cuyo galardón fue recibido en su nombre por su hija, Ana Corina Sosa.
Para Machado, la tarea no ha concluido. Planea regresar a Venezuela “cuando pensemos que están las condiciones propicias en términos de seguridad y no depende de la salida o no del régimen. Será lo antes posible”.
Su presencia en Oslo también coincidió con un clima de tensión creciente entre Venezuela y Estados Unidos, cuyo despliegue naval desde agosto en el Caribe y el Pacífico, justificado como una operación contra el narcotráfico, ha dejado decenas de muertos.
La dirigente logró salir de Venezuela con la ayuda de Estados Unidos, según ella misma confirmó. Agradeció, además, “a todos aquellos hombres y mujeres que arriesgaron sus vidas” para facilitar su traslado a Oslo.
Machado fue recibida con consignas de “¡Libertad!” y “¡Valiente!”, además de peticiones de “¡María, ayúdanos a volver!”. Decenas de venezolanos en el exilio entonaron canciones tradicionales acompañadas del cuatro, mientras coreaban llamados por una “Venezuela libre”.
El gobierno venezolano ha advertido que, al abandonar el país, Machado sería considerada “fugitiva”, dado que enfrenta cargos por conspiración, incitación al odio y terrorismo.
En la clandestinidad desde julio de 2024
A lo largo de su trayectoria, Machado se ha consolidado como una de las voces más firmes contra los 25 años de gobiernos chavistas. Ingeniera y madre de tres hijos, se inició en política en 2002 con la creación de Súmate, organización que impulsó el referendo revocatorio contra Hugo Chávez.
Fue diputada y enfrentó directamente al mandatario en una época en la que pocos se atrevían a desafiarlo. En 2023 se afianzó como líder opositora tras arrasar en las primarias con más del 90% de los votos, pero una inhabilitación política de 15 años, ratificada por la Corte Suprema, frustró su candidatura presidencial.
Aun así, fue la figura central de la campaña de Edmundo González Urrutia para las elecciones de julio de 2024.
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Machado vive en la clandestinidad desde esos comicios, en los que Nicolás Maduro obtuvo un tercer mandato en una elección desconocida por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países latinoamericanos.
La opositora sostiene que Maduro “robó” la elección a González Urrutia y presentó copias de actas como supuesta evidencia de fraude, acusaciones negadas por el chavismo.
Con apoyo internacional y de una gran mayoría que clama por un cambio, Machado reafirma que su lucha sigue viva. Su mensaje, una vez más, invita a seguir hacia adelante y a no detenerse hasta recuperar la democracia en Venezuela.
Con información de AFP
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