Las bombillas de tono azul que en la ciudad de Filadelfia se entregan gratuitamente en vecindarios que así lo soliciten, son utilizadas para desaparecer a la vista de los adictos a los opiáceos las venas más superficiales del cuerpo.
La razón es muy sencilla, al hacer énfasis en la radiación de una longitud de onda de aspecto cobalto, las venas que están alineadas a esa frecuencia de radiación electromagnética desaparecen y hacen casi imposible que las personas detecten a simple vista el curso de sus ramales sanguíneos.
Sobre la idoneidad de su uso está abierto un debate en la ciudad y el medio Billy Penn ha recolocado su actualidad al desvelar que algunas sucursales del Gigantes del Café, Starbucks, han colocado iluminación azul en sus baños con la meta de enviar un claro mensajes a los adictos para que no usen sus espacios públicos para doparse.
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El trabajo periodístico es un logro de Michaela Winberg, una comunicadora social que tiene claro el rol editorial del medio para el que trabaja y que tiene por misión involucrar, conectar y dar voz a los residentes y comunidades de Filadelfia.
La premisa de Billy Pen está asentada en que la epidemia de opiáceos de Filadelfia es tan grave que Starbucks tiene luces azules en los baños. Además la franquicia ha colocado en algunos establecimientos dispositivos para el desecho de agujas.
El uso de esta táctica disuasiva no es una exclusiva de Starbucks en Filadelfia, debido a que desde 2018 las bombillas azules ganaron popularidad en las tiendas de todo el país. Con la luz cianótica la empresa trata de resguardar la seguridad de todos sus clientes, más aún cuando desde hace más de un año cambiara la política de abrir sus baños a todo el mundo, incluyendo a las personas que no han comprado nada.
La asignación periodística hizo uso de un estudio que elaboró Billy Penn de seis sucursales de Center City Starbucks, que reveló dos baños bañados en luz azul: uno en 10th y Chestnut, y otro en Broad y Pine. La gente en Facebook ha informado de otro en el puesto de avanzada de Broad y Snyder.
De acuerdo a la periodista Winberg, el portavoz de Starbucks, Bailey Adkins, no confirmó mucho sobre las luces azules, ni cuándo, dónde, cómo o por qué han sido instaladas.
“Existe la expectativa de que todos se comporten de una manera que respete a esa comunidad”, dijo en respuesta a las repetidas preguntas sobre las luces. “En Starbucks estamos comprometidos a crear un ambiente donde todos se sientan bienvenidos, valorados y respetados”, aseguró el portavoz.
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La crisis de adicción de Filadelfia es una de las peores del país. Aunque las muertes por sobredosis disminuyeron ligeramente en la ciudad desde hace dos años, el total de 2018 fue todavía enorme: 1.116 personas murieron debido a sobredosis accidentales. Una organización local sin fines de lucro está trabajando para combatir el problema abriendo un sitio de prevención de sobredosis en la ciudad, a pesar de la reacción del fiscal William McSwain.
En contravía a la decisión de Starbucks y a las políticas de la Ciudad, los defensores de la recuperación de la adicción dicen que los bulbos azules hacen lo contrario para las personas que se inyectan.
“No es así, queremos darles la bienvenida”, dijo Devin Reaves, director ejecutivo de la Coalición de Reducción de Daños de Pensilvania. “Es que, Queremos empujarlos a las sombras”.
Sin embargo la tienda de cafeína parece reconocer cómo la gente puede estar usando los baños. A la sazón ha instalado cajas de jeringas en muchas de ellas en las tiendas de Filadelfia, lo que permite a las personas que se inyectan un lugar para deshacerse de su equipo usado.