La neurociencia está cansada de decir que la mente humana no es un máquina opta por decisiones lógicas. El científico Jeff Hawkins ya lo ha dicho. “Todavía no existe una teoría que dé cuenta de manera unificada del funcionamiento del cerebro y de la mente”. De allí que es entendible lo desilusionante que ha sido saber que la Lotería de la vacuna hizo poco para persuadir en Filadelfia.
Este tipo de eventos generalmente están desarrollados por profesionales de la comunicación aislados de la neurociencia. Sin embargo una vez echados a andarlos investigadores de la conducta humana los monitorizan para tratar de encontrar patrones. Muchas de estas actividades se basan en creencias o en éxitos con variables incompatibles.
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Sobre esta particularidad escribió el periodista Alan Yu de WHYY News. En junio, Filadelfia organizó un programa de sorteos para que más personas se vacunaran contra el COVID-19. Los investigadores que ayudaron a organizar el programa están decepcionados. Dicen que no condujo a un aumento significativo del número de personas que se vacunaron.
Lotería de la vacuna hizo poco
Escribió Yu que los especialistas tenían antecedentes de éxitos que ponían a los incentivos como importantes agentes de cambio conductual. Estaban convencidos de que las loterías eran una herramienta eficaz.
Al final del camino la Lotería de la vacuna hizo poco. Varios estados la probaron. En este ensayo destaca el emprendimiento en Ohio. El estado ofreció premios increíblemente seductores. Un millón de dólares y una beca completa en una universidad o colegio público. Los investigadores analizaron si eso funcionaba, y encontraron resultados mixtos.
Una investigación en Filadelfia
El incentivo por azar es un viejo actor en los laboratorios de conducta humana. Sin embargo no pierden su fascinación. Linnea Gandhi, estudiante de doctorado en la Wharton School de la Universidad de Pensilvania es la autora principal de un artículo de investigación al respecto. Abordó el sorteo de Filadelfia. Dijo que los objetivos eran conseguir que más personas se vacunaran. Asimismo, realizar un experimento más controlado para ver si los sorteos funcionaban.
“Estamos en una fase de la pandemia en la que esta investigación, y los resultados mixtos de las loterías estatales, empiezan a indicar que tal vez no sea la mejor herramienta para las personas que quedan”, dijo.
La investigación de los sorteos en Filadelfia fue diferente a la de otros estados. Por ejemplo, los investigadores que estudiaron el sorteo de vacunas de Ohio tuvieron que compararlo con otro estado. Intentaban averiguar qué habría pasado si no hubiera habido sorteo de vacunas.
“La medición se realiza de forma observacional”, dijo Gandhi. “No es un verdadero experimento”.
Qué ocurrió en la metrópolis
Según el relato del periodista Al Yu,En Filadelfia, los investigadores compararon las tasas de vacunación con las de otros condados. Pero el programa de sorteos de aquí también tenía una característica sesgada. En cada sorteo el organizador sacaba al azar un código postal de entre los que tenían las tasas de vacunación más bajas. La gente de ese código postal tenía muchas más posibilidades de ganar. Sin embargo esto facilitó a los investigadores aislar los efectos de la lotería de vacunas.
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Hubo más personas que se vacunaron en el periodo previo al primer sorteo. Sin embargo una visión de todo el proceso en el tiempo concluye que la Lotería de la vacuna hizo poco. No hubo un cambio estadísticamente significativo en el número de personas que se vacunaron.
La conclusión es que la lotería no supuso una diferencia significativa en este momento de la pandemia. Se recomienda que los funcionarios públicos piensen en otras formas de incitar a la gente a vacunarse.