El Allianz Arena de Múnich se encendió minutos antes de la final de la Champions League que enfrentó al París Saint-Germain y al Inter. La legendaria banda de rock, Linkin Park, oriunda de California, ofreció un electrizante show de aproximadamente 10 minutos, desatando la euforia de los más de 75.000 espectadores con sus éxitos más emblemáticos.
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La banda tocó sus éxitos The Emptiness Machine, In The End, Numb, Up From The Bottom y Heavy Is The Crown para los millones de personas que vieron el show en vivo y diferido.
La banda estuvo en los 2000 en su mejor momento, pero tras la muerte del cantante Chester Bennington, tomaron una pausa de siete años.
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En septiembre se anunció la incorporación de Emily Armstrong y Colin Brittain al grupo, en calidad de vocalista y batería, respectivamente. Luego, casi inmediato se anunció From Zero, un álbum de estudio que vio la luz el 15 de noviembre.
Pese a que los fans disfrutaron el espectáculo, hubo comentarios en contra. “Los jugadores se están preparando para el partido más importante de sus vidas y es ridículo que distraigan a los futbolistas de esta manera. La UEFA ha copiado a la FIFA. Me parece una completa idiotez”, dijo Marco van Basten, legendario delantero de Países Bajos, campeón de Europa en 1988, a Ziggo Sports.
La UEFA suele apostar por grandes artistas para lo que se denomina Kick Off Show. Antes que Linkin Park, en ediciones anteriores, se presentaron Burna Boy, Imagine Dragons o Dua Lipa.
Noticias Newswire
