Al menos cuatro latinos fueron asesinados en la masacre de este miércoles en una instalación de la Valley Transportation Authority (VTA). El atacante, trabajador de la misma empresa, abrió fuego contra sus compañeros y dejó sin vida a nueve en total. La matanza tuvo lugar en San José, una localidad con una población integrada en 30% por latinos.
Paul Delacruz Megia (42), Adrián Balleza (29), Jose Dejesus Hernández III (35) y Timothy Michael Romo (49) son las personas de ascendencia hispana que fueron encontradas muertas en la escena. Las otras víctimas fueron identificadas como Taptejdeep Singh (36), Michael Joseph Rudometkin (40), Abdolvahab Alaghmandan (63), Lars Kepler Lade (63) y Alex Ward Fritch (49).
El presunto asesino fue identificado como Samuel Cassidy, de 57 años. Era un trabajador de mantenimiento del sitio, según varios medios estadounidenses. Testimonios de su esposa y exnovia lo ilustran como un perturbado mental. Se trataría de una persona con una gran carga de odio guardada. Ellas se refieren a él como un hombre que llegó a asegurar que estaba dispuesto a matar a personas en su centro de trabajo.
Latinos fueron asesinados
En el suceso donde al menos cuatro latinos fueron asesinados varias personas sufrieron heridas. En la configuración de la reláfica, agentes se apresuraron a investigar varias llamadas al 911 temprano en la mañana. Informaban de disparos. Entraron al complejo durante un “tiroteo activo”, dijo Russell Davis, adjunto del alguacil del condado de Santa Clara.
No hubo intercambios de disparos entre los policías y el atacante. Samuel Cassidy dirigió su arma contra sí mismo y se suicidó.
“Estoy seguro de que cuando el sospechoso supo que la policía estaba allí, se quitó la vida”. El comentario es de Laurie Smith, alguacil del condado de Santa Clara. “Nuestros agentes estaban allí en ese momento”.
“¿Qué diablos estamos haciendo, cuándo vamos a enfrentar esto?”, se pregunó el gobernador de California, Gavin Newsom. Ofreció una conferencia de prensa donde elogió la rápida respuesta de las fuerzas del orden.
Un posible perturbado
La exesposa del atacante, Cecilia Nelms, declaró para el Bay Area News Group. Dijo que Cassidy “hablaba a menudo con rabia sobre sus compañeros de trabajo y jefes. Asimismo comentó que en ocasiones dirigía su enojo hacia ella”.
También una exnovia lo acusó además de violarla y abusar de ella. Sufría a menudo “cambios de humor” violentos, según registros judiciales citados por el San Francisco Chronicle.
Las acciones de esta persona detectada como un perturbado mental desde hace un año hoy tienen consecuencias. Cuatro latinos fueron asesinados para conformar un grupo de nueve personas que perdieron la vida en una masacre.
Breve crónica de una matanza
Cerca de las 6:30 am de este miércoles, la policía recibió llamadas reportando disparos en el interior del edificio de la VTA. “Encontraron a personas heridas, las sacaron, siguieron corriendo hasta que encontraron al atacante que en ese momento se suicidó”. Así lo dijo la vocera del Alguacil de San José, Dalia Rodríguez.
La ciudad de San José está compuesta por una población con 30% de habitantes de ascendencia hispana. Era estadísticamente posible que lo ocurrido, cuatro latinos fueron asesinados.
Equipos especializados rastrearon el sitio en busca de explosivos. Poco antes del tiroteo, el atacante incendió su casa. El FBI encontró en su casa varios contenedores con gasolina, así como municiones.
El ataque fue el segundo tiroteo en el condado de Santa Clara en menos de dos años. Y el tiroteo en masa número 15 en lo que va del año. Todos ellos se han cobrado al menos cuatro vidas cada uno, y un total de 86 muertes, según una base de datos recopilada por AP, USA Today y Northeastern University.