Una vez más estamos hablando de la importancia del voto latino. En 2012, expertos políticos escribieron sobre el creciente poder del voto latino. Predecían que habría millones más en registrarse y participar en la votación. De hecho, en los últimos años hemos visto a más latinos convertirse en alcaldes, miembros de los ayuntamientos y legislaturas estatales. Esa votación ha generado más políticos de talla nacional como Beto O’Rourke y los hermanos Castro. El impacto se ha sentido más en ciertos estados del sudoeste, como Texas y Nuevo México, y en California, que tiene una población latina de alrededor del 40%.
En la Ciudad del Amor Fraternal, la población latina no ha tenido un impacto que se corresponda con el aumento de inmigrantes latinoamericanos. Teniendo esto en cuenta, muchas organizaciones locales e empeñan en registrar a los latinos para llevarlos a las urnas. Nadie entiende por qué los puertorriqueños, que aún son la mayoría de la población latina de la ciudad, en su mayoría no votan. Algunos expertos atribuyen esa falta de interés a dos hechos: uno, que se han desilusionado con un sistema que los mantiene en la pobreza, y el otro, que los politicos no buscan ese voto. Sabemos que la migración latina hizo posible que la ciudad mostrara un aumento de la población en el censo de 2010. Se espera que el censo de 2020 muestre un aumento aún mayor de latinos como porcentaje de la población. Es evidente, en este momento de nuestra historia, que el Partido Republicano parece no estar interesado en el voto latino, legislando y empleando una retórica que aliena a la mayoría de los latinos. Al pequeño porcentaje de latinos que apoya a Donald Trump le gusta lo que Trump ha hecho por la economía, aunque ciertos expertos ven sus políticas, como las tarifas contra China, que causan más daño a largo plazo. Pero sería útil para el Partido Demócrata comprender que los latinos se están educando más y, por lo tanto, no se sentirán atraídos por los llamamientos simplistas a su voto.
Sí, la inmigración es un tema importante para los latinos, pero los mexicano-americanos y los puertorriqueños, los dos segmentos más grandes, tienen otras preocupaciones, como el crimen, la educación, la vivienda y la atención médica. Por encima de todo, dicen los líderes políticos, los latinos deben estar conscientes de que el gobierno local tendrá un mayor impacto en sus vidas que el presidente. Necesitamos colocar a más latinos en puestos de responsabilidad en todos los niveles, en el Concejo Municipal, en las legislaturas estatales y en las gobernaciones. Hay latinos que se postulan para la presidencia, y aunque sus posibilidades parecen escasas en este momento, ese hecho es una indicación del gran potencial que tenemos si se puede aprovechar el voto latino. También es evidente que un liderazgo latino en esta nación nos daría una política de inmigración más inteligente y mostraría al mundo una sociedad más solidaria, los Estados Unidos de hace unas décadas, que abrazaba a los nuevos inmigrantes con las palabras a los pies de la estatua de la libertad.
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