Una joven de origen latino tenía un trabajo de ensueño: Ser parte del comité organizador de la Copa Mundial de Fútbol Catar 2022, que se celebrará a partir del 21 de noviembre. Sin embargo, su sueño de repente se convirtió en pesadilla cuando un día de junio de 2021 un conocido irrumpió en su domicilio de Doha, abusó sexualmente de ella y la golpeó.
Al denunciar ante las autoridades cataríes al agresor en compañía del cónsul de su país, la situación dio un giro de 180 gradoscuando la policía de Catar consideró que era una buena idea poner a la agraviada frente a la persona que la había violado.
Posteriormente, la policía determinó que estaban en presencia de una relación fuera del matrimonio y que todo aquello fue consensuado, sin importar las evidencias físicas ni el testimonio de la víctima. En consecuencia, ella terminó siendo acusada y hallada culpable por “sostener una relación extramarital” y no su agresor por el acto de violación. ¿La condena? Prisión por siete años y recibir 100 latigazos.
La protagonista de esta dramática historia es la mexicana Paola Schietekat, economista conductual, licenciada en Relaciones Industriales y antropóloga egresada de la Universidad Americana de Kuwait, además de maestra en políticas públicas por la Universidad de Oxford.
Para el momento de la sentencia, Schietekat se encontraba en su país. Salió de Catar apenas tuvo la oportunidad y no puede volver debido a que el procedimiento aún está abierto. “Nunca había respirado con más alivio que cuando me sellaron el pasaporte”, dijo.
La mexicana relató los detalles de lo sucedido en una carta publicada en el portal Fuga de Cerebros. Allí lamentó la falta de apoyo y la casi nula preparación por parte de la embajada de su paíspara afrontar su caso de manera exitosa.
Controversia con la comunidad LGBTQ
Esta es una de tantas polémicas que han envuelto a Catar en meses recientes. Un país que pretende utilizar la vitrina global que le brinda el mundial de fútbol para mostrar su mejor cara. Pero, en tiempos de redes sociales y de inmediatez, ciertas realidades se tornan difíciles de ocultar.
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Nasser Al Khater, director ejecutivo del comité organizador de la Copa Mundial, reconoció a finales del año pasado en una entrevista para CNN que Catar tiene un enfoque más estricto hacia las muestras públicas de afecto, cuando se le preguntó sobre si el público LGBTQ+ podrá asistir al evento sin tener inconvenientes.
“En diferentes países hay más indulgencia con las muestras públicas de afecto”, dijo Al Khater. “Catar y la región son mucho más conservadores. Y esto es lo que les pedimos a los fanáticos, que respeten. Y estamos seguros de que los fanáticos lo respetarán… Respetamos las diferentes culturas y esperamos que otras culturas respeten la nuestra“.
En otras palabras: la comunidad LGBTQ+ puede asistir, gastar su dinero en el país, pero no serán bien vistos si se demuestran afecto porque aquello “ofendería” a los cataríes debido a sus creencias conservadoras.
Muertes que pesan
Otro aspecto que preocupa a la comunidad internacional tiene que ver con la cantidad de muertes (sobre todo trabajadores migrantes) durante la construcción de los ocho estadios que albergarán el mundial.
“Amnistía Internacional informó que Catar no había investigado adecuadamente la muerte de miles de trabajadores migrantes durante la última década y que su inacción descartaba una compensación económica para sus familias. En febrero, The Guardian informó que más de 6.500 trabajadores han muerto en Catar desde que se otorgó la Copa del Mundo en diciembre de 2010, y esos eran trabajadores de solo cinco países: India, Pakistán, Nepal, Bangladesh y Sri Lanka. Aparentemente, un número significativo de ellos estaba allí debido a la Copa del Mundo. ¿Cómo puedes leer eso y aún sentirte indiferente?”, dijo Tim Sparv, futbolista capitán de la selección de Finlandia.
Por esa razón, la leyenda del fútbol francés y del Manchester United, Eric Cantona, afirmó que no verá esta copa del mundo. “Miles de trabajadores han muerto construyendo los estadios… La decisión de dejarlos albergar (el mundial a Catar) tiene que ver con el dinero y NO habrá un legado duradero”.
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