La cápsula Crew Dragon, fabricada por la agencia SpaceX fundada por Elon Musk, fue lanzada con éxito al espacio por la NASA en el segundo intento de una misión que el pasado miércoles 27 de mayo se tuvo que aplazar por el mal tiempo.
El lanzamiento del cohete Falcon 9 tripulado por Bob Behnken y Doug Hurley fue lanzado este sábado a las 3:30 de la tarde hora local.
SpaceX y la NASA realizaron el histórico lanzamiento, su primer vuelo espacial tripulado acorde a lo previsto pese a la incertidumbre sobre las condiciones climáticas. A pesar de un cielo amenazante de lluvia, la cuenta regresiva se realizó la tarde en Florida, de donde un cohete debe llevar a dos astronautas de la NASA al espacio.
“Estamos ‘go’ para el lanzamiento”, anunció el director de lanzamiento de SpaceX, Mike Taylor, luego de haber dado luz verde al llenado de los tanques del cohete con oxígeno líquido y queroseno.
El lanzamiento del cohete Falcon 9 con la cápsula Crew Dragon de SpaceX partió desde el Centro Espacial Kennedy en la costa este de Florida, ante los ojos de Donald Trump, que arribó al lugar poco antes a bordo del Air Force One.
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El clima forzó el pasado miércoles 27 de mayo el aplazamiento de lo que habría sido el primer lanzamiento de astronautas desde suelo estadounidense en casi una década.
Los astronautas de la NASA Bob Behnken, de 49 años, y Douglas Hurley, de 53, expilotos militares que se unieron a la agencia espacial en el 2000, despegaron hacia la Estación Espacial Internacional (ISS).
El cohete Falcon 9 de dos etapas despegó desde la plataforma de lanzamiento 39A, la misma que utilizó el Apollo 11, la histórica misión de 1969 que posó por primera vez al hombre en la Luna.
La expectación era máxima y más después del fracaso del primer intento de la misión el pasado miércoles por culpa de las condiciones climatológicas y de la reciente explosión de un prototipo de la empresa SpaceX durante unas pruebas. La nave Starship NS4, que tiene como futuro objetivo llegar a Marte y a la Luna con pasajeros se convirtió en una gran bola de fuego que hizo saltar todas las alarmas en Boca Chica (Texas).
La misión se desarrolla en medio de las restricciones impuestas para contener la pandemia del nuevo coronavirus, lo que obligó a los tripulantes a permanecer en cuarentena durante más de dos semanas y someterse a múltiples exámenes de COVID-19.