Escobares City, al sur de los Estados Unidos, es “la población más pobre del Gigante Americano”, un reconocimiento que sus habitantes tuvieron que gestionar porque la gente del censo no los quería reconocer como ciudad.
Son escasas las oportunidades en que los lectores pueden pasear de la mano de un reportero para adentrase con las letras en el alma de la gente.
Cecilia Barría, una notable redactora del equipo de BBC News Mundo, elaboró una crónica periodística con la ayuda de Mohamed Madi, en la que se puede respirar el denso calor del Río Bravo, cortar con un cuchillo la desesperanza y oler el hambre que emana de Escobares City.
Con el sesgo de un lector que a su vez es periodista, tomé en primera persona –con la venia de los colegas- el tour que partió el 8 de febrero denominado “Pobreza en Estados Unidos: cómo es vivir en Escobares, la ciudad más pobre del país más rico del mundo”.
Desde luego es necesario aclarar que esta nota es un apresurado “remake” del aún fresco original de Cecilia Barría, una comunicadora social que compartió en la ciudad con personajes de una textura “gaciamarquiana”, que nos obligan a recordar que no poco hizo Willians Fulkner, el cuentista norteamericano nacido a las orillas del Misisipi y que fue una declarada influencia en la obra del cachaco.
Los números en la guía de viaje
Aunque el asiento es cómodo y la distancia prudente, a través del cristal panorámico los turistas de esta aventura periodística sintieron escalofríos al saber que Escobares City nunca aparece en el ranking de las urbes más pobres de Estados Unidos porque con sus 2.512 habitantes, suele ser considerada demasiado pequeña para contarla en las estadísticas.
“Pero si consideramos todas las ciudades estadounidenses con al menos mil personas, Escobares es -por lejos- la que lidera la lista, con un 62,4% de su población viviendo bajo la línea de pobreza, según la Oficina del Censo”.
Con gigantescos contrastes, Estados Unidos tiene una tasa oficial de pobreza 12,3%, que afecta a cerca de 40 millones de personas. Este rango es muy curioso, porque la tasa de pobreza en China, de acuerdo a datos del Banco mundial actualmente es de 1%. A su vez la tercer economía del mundo, Japón, la pobreza representa un poco menos de 15% por su parte la población de Alemania expone un 16%.
En ese lar olvidado “a veces no hay para comer, cuenta Débora Hernández, ciudadana estadounidense, nacida y criada en un territorio donde ya no hay cowboys, ni actividad ganadera que mueva la economía local.. Gracias a Dios tengo familiares que me invitan un plato, pero pos me da vergüenza”.
La precariedad y las enfermedades hacen que los vivos compartan los destartalados trailers con los difuntos que parten al más allá en circunstancias poco claras. Eso también es pobreza, morir de cualquier cosa y no tener explicaciones.
Para comer hay que irse
Vivir en Escobares City es una carrera de relevo que se hace dentro del trazo de los estados Unidos.
La mayoría de sus residentes son ciudadanos norteamericanos con grandes dificultades para hablar inglés.
Se asienta en sus casas destartaladas en las que después de hacer familia y resistir, no tienen más opción que seguir adelante para buscar trabajo en otros ciudades ubicadas a más de 9 horas de camino, un movimiento que obliga a dejar a las familias solas por espacio de hasta 90 días hasta la próxima visita.
“Lo malo es que hay que dejar a la familia abandonada por uno, dos o tres meses. Pero eso es lo que hay que hacer, hay que salir de aquí… o no comemos”.
Padre de cuatro hijos, Homero trabaja en la ciudad de Pecos, a unas nueve horas de Escobares, construyendo oleoductos petroleros en el oeste de Texas.
Sin cultivos, sin futuro
Escobares es una pequeña ciudad partida en dos por la autopista 83. Por ahí no hay cultivos, ni ganado, ni tampoco mucha gente. “A ratos solo se escucha el viento o un perro que ladra a la distancia, como si el reloj se hubiera estropeado” aclara la periodista de BBC para denotar el abandono.
El 98% de la población de Escobares es hispana de origen mexicano.
Algunos nacidos ahí, otros nacionalizados, otros con permiso de residencia y otros “sin papeles” que se escapan de los asesinatos y secuestros en el estado mexicano de Tamaulipas.
Así es Escobares City, un lugar de verdad en el país más rico del mundo.