Se juega a las escondidas a lo largo de la frontera de los Estados Unidos con México. El CBP intenta ocultar el hecho de que los inmigrantes están siendo detenidos ilegalmente y alojados en condiciones horrendas, mientras que varios congresistas intentan mostrar a la nación las condiciones deplorables en las prisiones de ICE donde los inmigrantes se ven obligados a esperar. Aun aceptando que los guardias tienen el derecho de detener a los inmigrantes que cruzan la frontera en números sin precedentes gracias a las amenazas de nuestro presidente de cerrar la frontera, no tienen el derecho de torturarlos. Hay leyes que protegen los derechos de las personas que buscan asilo. No hay justificación para lo que está sucediendo en los centros de detención en la frontera con México. En las instalaciones de El Paso y en otros centros de detención, hay mujeres, hombres y niños de todas las edades que están presos en jaulas. La congresista Alexandra Ocasio Cortez visitó las instalaciones pero no se le permitió entrar y no se le permitió tomar fotografías. El representante Julian Castro pudo colar un teléfono y capturó algunas escenas difíciles de describir, de mujeres cubiertas con mantas tiradas en el piso y hombres en una celda abarrotada, sin espacio para recostarse. El CBP afirma que el número de inmigrantes ha roto el sistema y no están equipados para hacer frente a los miles de inmigrantes que cruzan la frontera. Se ha informado que no hay suficientes jueces para procesar a los inmigrantes indocumentados y eso es probablemente cierto. Pero también es cierto que muchos de los inmigrantes detenidos en la frontera tienen familiares que podrían alojarlos, pero no se les ha permitido salir o incluso ponerse en contacto con ellos.
Es importante notar que nuestro presidente, en la reunion del G-20 expresó desprecio hacia los inmigrantes y ofreció su opinión de que la Patrulla Fronteriza no está contenta con los Demócratas debido a su deseo de tener fronteras abiertas. Dijo que para justificar la actitud de los guardias fronterizos de los que se ha informado que tienen un club exclusivo en Facebook solo para miembros, se permiten expresar sentimientos racistas y burlarse de los legisladores que quieren responsabilizarlos. En respuesta al informe de que el club CBP tiene 10,000 miembros que se sienten libres de publicar publicaciones sexistas y racistas, el senador Bernie Sanders escribió que las personas a cargo de los centros de detención “han demostrado crueldad e indiferencia, y, como el presidente Trump … no respetan los derechos humanos básicos ni la autoridad de supervisión del Congreso ”. Pidió al Departamento de Seguridad Nacional que investigue y castigue el comportamiento vulgar de los miembros de ese grupo especial. Finalmente, estuvo de acuerdo con muchos otros legisladores que quieren una reforma completa del sistema de inmigración. La reforma debe incluir eliminar el tratamiento inhumano de los miles de inmigrantes que vienen a este país en busca de una vida mejor, al igual que los millones de hombres y mujeres que construyeron esta nación. Es cuestión de decencia y justicia mientras celebramos el 4 de julio.
Editorial