Tres demócratas y un republicano con una carta en blanco son los protagonistas del evento electoral que se desarrollará el próximo martes 21 de mayo cuando militantes demócratas y republicanos, debidamente inscritos, participen en las primarias para seleccionar quien disputará la opción por las Alcaldía de Filadelfia.
Jim Kenney, el actual alcalde, junto a Anthony H. Williams y Alan Butkovitz, son la terna demócrata en duelo, una expresión que no es azarosa si se observa la encarnizada lucha que se escenificó en el debate televisado transmitido el pasado lunes 13 de mayo.
El prestigio de Kenney está en juego y Filadelfia es un condado de trayectoria demócrata donde ningún alcalde ha perdido una relección.
¿El logro de su primer mandato? El impuesto a las bebidas azucaradas de 1.5 centavos por onza, también conocido como impuesto a las gaseosas, para financiar programas como pre-kindergarten universal, escuelas comunitarias y mejoras a los parques y centros de recreación de los vecindarios. Sin embargo hay sectores que hablan de incumplimiento.
Por su lado, el senador estatal Anthony H. Williams tiene como pilares fundamentales de su acción proselitista, la intención de abolir la detención y el cacheo como regla policial, la derogación del impuesto sobre las bebidas gaseosas y el detener los planes para los sitios de prevención de sobredosis. Las tres metas van directo a la línea de flotación de Kenney, visión que parece ser muy popular.
Asimismo Alan Butkovitz, quien fue el guardián fiscal de la ciudad durante más de una década hasta que fue expulsado por la actual controladora de la ciudad, Rebecca Rhynhart, está en perfecta alineación con las metas de Williams lo que deriva en una llave demócrata que desea “abrirle la puerta a Kenney”. Además Butkovitz dibuja al alcalde Kenney como esclavo de poderosos intereses sindicales como el de John Dougherty.
La opción republicana la encarna Billy Ciangalini, quien quedó solo en la lista de los conservadores tras el retiro de su competidora Daphne Goggins.
Ciangalini, con una ligera diferencia, tiene las mismas metas de los demócratas que están contra Jim Kenney: Oponerse a los sitios de prevención de sobredosis y la derogación del impuesto sobre las bebidas gaseosas. Pero él suma el revertir el estatus de “ciudad santuario” de Filadelfia.