¡Justicia! Un grito que sale casi como un ahogo en medio del desespero por no tener más a su hija. Un clamor que se convirtió para Ángela Morales en propósito de vida desde el fatídico 13 de enero, fecha en la cual Ramonita Jusino Morales perdió la vida debido a una bala perdida producto de un intenso tiroteo afuera de la casa donde se encontraba.
“Pido (a los organismos competentes) que haya justicia para mi hija, una víctima inocente que fue asesinada sin ninguna razón”, dijo Morales en entrevista exclusiva para El Sol Latino. “Exijo justicia para ella y para otras que están pasando por lo mismo que yo”.
Ramonita Jusino era la menor de dos hermanas que entre ellas se llevaban menos de un año. “Eran las mejores amigas”, rememoró Morales. “Cuando veo a la (hermana) mayor mirarse al espejo, es como ver a Ramonita”.
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Tanto Jusino como su hermana nacieron en Camden, Nueva Jersey, localidad separada de Filadelfia por el río Delaware. Ellas y su mamá son ciudadanas estadounidenses de ascendencia puertorriqueña, ya que la mamá de Ángela fue quien llegó a Estados Unidos procedente de la “Isla del Encanto”. Morales es oriunda de Florida.
Luz en medio de la oscuridad
Su nacimiento no estuvo exento de dificultades, sin embargo, logró salir adelante. “Cuando Ramonita nació, tenía cinco meses y pesaba una libra”, recordó su mamá.
Jusino había finalizado la High School y empezó a trabajar en Walmart en el horario nocturno. Allí fue apreciada por propios y extraños. “Ella era alegre, cariñosa y bondadosa. Siempre supo ganarse el afecto de todos”.
Ramonita adoraba viajar, tanto que su sueño era recorrer el mundo. De hecho, Jusino iba a visitar Jamaica este año con el novio y su familia.

Por su parte, ellas tenían sus propios planes de viaje para 2022, según Morales. “Íbamos a ir a Canadá a conocer las Niagara Falls (…) También quería conocer Dubai”.
En cuanto a sus intereses profesionales, Jusino quería especializarse en un futuro como agente inmobiliaria, aunque también le simpatizaba el mundo del maquillaje.
El hecho contado por su mamá
Para el momento del asesinato Morales se encontraba en casa, mientras que Ramonita compartía con su abuela en la 200 West Glenwood Avenue esperando a que se hiciera la hora para irse a su empleo en Walmart. “Estaba en casa con mi esposo y recibo una llamada, que le habían disparado a Ramonita, que me fuese para allá”.
Cuando iban en la vía entró otra llamada con la noticia que nadie quiere recibir. Jusino había fallecido cuando la trasladaban al hospital.
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Morales aún no puede creer que esto le esté pasando a ella y a su familia. “Antes yo veía en la televisión que eso le pasaba a otras personas y ahora me pasó a mí”, lamentó. “Estoy devastada. No como, no duermo, es un golpe muy duro de superar”.
No obstante, la sed de justicia de Ángela Morales es más fuerte que su dolor. “Seguiré luchando por mi hija”, sentenció con firmeza.