Un niño que eludió la línea de seguridad que separa la primera fila del Aula Pablo VI, sin perturbación alguna se puso a jugar alrededor del Papa Francisco y de manera inevitable interactuaron.
La atmósfera protocolar de las audiencia papales se alivianó en risas y rubores, porque el párvulo, de unos ocho años de edad, no tuvo reparos para jugar y correr alrededor de la Guardia Suiza.
Las circunstancias alimentaron la espiritualidad del Papa Francisco quien después, durante los saludos a los fieles de lengua española, explicó que el niño no podía hablar, que era mudo, pero “sabe comunicarse y expresarse” y que era “libre” y bromeó: “indisciplinadamente libre”.
Allí nació su reflexión inspiradora, cuando ante los presentes manifestó que “es libre y esto me ha hecho pensar ¿Soy yo libre? ¿Soy yo libre ante Dios? Ante Dios, todos tendríamos que tener la libertad de un niño delante de su padre”.
Francisco también pidió “la gracia para que este niño pueda hablar” y arrancó un aplauso de los cerca de 7 mil asistentes a la audiencia de hoy.
Durante las escenas preliminares cuando el niño entró al jugar el Papa Francisco hizo una broma al decir que era argentino, y por tanto, “indisciplinado”.
El niño estaba sentado en las primeras filas de la sala, donde se sitúan los enfermos, y en un momento determinado escapó de su madre y subió a la zona donde estaba sentado el pontífice celebrando la audiencia y se puso a jugar alrededor de uno de los guardias suizos y a correr por ese espacio.
Luego se acercó al papa y este le pidió que le diese un beso.
De manera muy discreta la madre trató de contener y reubicar al chico en el contexto de la audiencia, pero no pudo y explicó al pontífice que eran argentinos y que el niño tenía algunos problemas. Francisco le dijo que lo dejase jugar allí.
Después Jorge Bergoglio se giró hacia el prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo Georg Gaenswein, y le dijo sonriendo: “Es argentino…indisciplinado”.
Durante varios minutos, el niño correteo libre por el escenario e incluso una niña, con probabilidad de ser su hermana pequeña, también subió para intentar, sin éxito, devolverle a su sitio.
Esta escena donde los niños se acercan al pontífice no ha sido exclusiva, al menos se reporta otra durante el octubre de 2013. Era la celebración de la Fiesta de la Familia en la Plaza de San Pedro y un niño colombiano adoptado en Italia también fue protagonista cuando subió a la zona papal y abrazó a Francisco mientras este leía su discurso y después se sentó en el trono del pontífice.