Aun no se tiene el compendio del número de asesinatos que dejó 2020 en Estados Unidos. A estas alturas hay una estimación. El año de la pandemia produjo al menos 4 mil asesinatos más que en 2019. El aumento es un récord y en Filadelfia el ritmo no se ha perdido. Los especialistas aseguran que invertir en prevención reducirá efectos de la violencia armada más que otra medida.
El ruido que hay en la nación actualmente se debe al impacto mediático que tienen los tiroteos con víctimas masivas. El monólogo de la nación es activado por sucesos como los de Atlanta y Colorado. Allí entran el Legislativo y el Ejecutivo a cumplir sus roles, para desvelar planes de control de armas.
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Fatimah Loren, directora ejecutiva de la Alianza de Salud para la Intervención en la Violencia cree “que nuestros legisladores necesitan ser educados”. Según su óptica los parlamentarios acusan miopía en el tema “de la violencia con armas de fuego”. Su organización, con sede en Nueva Jersey, impulsa la inversión de 5.000 millones de dólares en estrategias locales.
El luto nacional de Estados Unidos por los tiroteos debe ser “más inclusivo”, dijo Loren, Es necesario que “los sobrevivientes que no llegaron a los titulares nacionales se sientan vistos”. Son más las víctimas que caen por las balas de la violencia cotidiana. Hasta este martes 23 de marzo en Filadelfia 111 personas habían perdido la vida por la violencia armada según Crime&Map. En las comunidades es donde están los muertos y es allí donde los activistas creen que debe llegar la inversión.
Sin magia: Invertir en prevención
Muchos de los homicidios se concentran en comunidades de color. Es allí donde históricamente se ha visto la peor carga de violencia armada diaria. Los afroaestadounidenses y latinos en Filadelfia, San Luis, Chicago y Oakland han llevado la peor parte. Y es justamente allí donde hay que invertir en prevención. Hay que parar la violencia que a cuentagotas lleva muertos al cementerio.
El pastor Michael McBride director ejecutivo de Live Free USA expuso una realidad. “No tenemos el alivio que tienen otras comunidades. Las madres afro y latinas siguen enterrando a sus hijos”. Él representa a una organización sin ánimo de lucro dedicada a la prevención de la violencia con armas de fuego.
La caja de resonancia nacional con respecto a la violencia armada justo ahora reverbera por las matanzas en Atlanta y Colorado. Según la doctora Jessica Beard, cirujana de trauma e investigadora de la Universidad de Temple en Filadelfia, es una situación oportunista.
“Los tiroteos masivos poco frecuentes reciben cobertura nacional porque son noticia”, dijo la cirujana. “Por lo tanto, la gente cree a su vez que suponen una carga mayor de la que realmente tienen. Pero no se pueden diseñar soluciones basadas en la forma más rara de la enfermedad”.
Dinero para las organizaciones
En Filadelfia los homicidios con armas de fuego fue 40% mayor en 2020 que en 2019 y con al menos 111 personas asesinadas en lo que va de año. El pastor Carl Day, de la Coalición de Fe para la Oficina de Prevención de la Violencia de Filadelfia es claro. Dice que una prohibición de las armas de asalto no hará mucho por las comunidades más agobiadas por la violencia armada.
“El punto se está perdiendo en su mayor parte. Se pueden quitar los cargadores de alta capacidad, pero un cargador legal puede matar a ocho personas”, dijo Day. “No se trata sólo de crear leyes de armas más duras, sino de dónde invertimos nuestro dinero. Hay que enriquecer y equipar a las comunidades con lo que necesitan. Hay que invertir en prevención.”
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Los organizadores piden al gobierno de Biden que realice una inversión histórica de 5.000 millones de dólares. El monto ayudará en la reducción de la violencia armada en los centros urbanos, donde predominan comunidades afro y latinas.
El dinero se repartiría a lo largo de ocho años y se destinaría a los grupos existentes que trabajan en las comunidades más afectadas. Ayudará a garantizar que las actividades de tutoría e intervención puedan volver a poner en marcha los programas presenciales que se interrumpieron durante la pandemia.