La región de Philadelphia y sus cuatro condados aledaños han encontrado en los inmigrantes una fuente vital de crecimiento y estabilidad, así lo confirmó un informe publicado por The Welcoming Center, titulado “Inmigrantes en la Región de Philadelphia: Tendencias, Contribuciones y Brechas de Oportunidades en 2025”.
La población inmigrante ha jugado un papel decisivo en muchas áreas:
- Un motor de la fuerza laboral
Los inmigrantes participan activamente en todos los sectores económicos, desempeñando funciones esenciales para las operaciones diarias y el desarrollo a largo plazo. Lejos de ser competencia para los trabajadores nativos, están llenando vacíos críticos en una fuerza laboral que envejece y disminuye.
Industrias como la manufactura y la construcción, especialmente vulnerables ante políticas migratorias restrictivas, dependen fuertemente de los trabajadores inmigrantes. En los condados suburbanos, el 14,1% de los inmigrantes que trabajan lo hacen en manufactura, frente al 10,3% de los trabajadores nativos, lo que refleja una participación de un 37% mayor.
A diferencia de la población nativa, los inmigrantes dependen en menor medida de ingresos provenientes del Seguro Social o pensiones, debido a su perfil de edad más joven. Sus ingresos provienen principalmente del trabajo, lo que refleja su rol productivo y su menor carga fiscal para el estado.
- Reestructurando la economía regional
Con la disminución de la población nativa y una baja natalidad en todo el estado, los inmigrantes se han convertido en el pilar de la economía regional. En Philadelphia y sus alrededores, estos sostienen negocios, evitan cierres, y estabilizan comunidades. Su presencia no sólo mantiene viva la actividad económica, sino que también garantiza la continuidad de servicios esenciales en sectores como la salud, la logística y la educación.
A nivel demográfico, las familias inmigrantes han compensado la caída de la natalidad entre la población nativa. Mientras las mujeres nativas presentan una tasa de natalidad de alrededor del 4,5%, las mujeres inmigrantes alcanzan un 7%.
Este patrón, constante tanto en Philadelphia como en los condados suburbanos, ha ayudado a mantener la matrícula escolar y ha asegurado una fuerza laboral para el futuro.
Brechas por superar
A pesar de las contribuciones sustanciales, aún existen brechas significativas que limitan el potencial de los inmigrantes. Aunque tienen un 7% más de probabilidades de completar estudios universitarios en comparación con los nativos, también enfrentan mayores tasas de subempleo.
Cerca del 20% de los inmigrantes con títulos universitarios están trabajando en empleos que no requieren dicha cualificación, especialmente debido a obstáculos como el reconocimiento de credenciales y barreras lingüísticas.
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En los condados suburbanos, los inmigrantes enfrentan tasas de pobreza más altas que los nativos, incluso cuando tienen niveles educativos comparables o superiores. Esta brecha económica persistente revela limitaciones estructurales que dificultan la movilidad económica y el aprovechamiento pleno de su talento.
Una inversión con futuro
A pesar de los desafíos, la contribución de los inmigrantes a Philadelphia y su región es clara. Han evitado la contracción demográfica, fortalecido la economía, y mantenido vivas comunidades enteras.
Su presencia no sólo es una necesidad, sino una inversión estratégica para el futuro de una región que, sin estos, estaría enfrentando una disminución mucho más acelerada de su fuerza laboral y su vitalidad comunitaria.