Tres décimas por encima de la meta de la Reserva Federal fue la fracción que reveló el Índice de Precios al Consumo, que no es más que el esquema que mide la inflación que en los Estados Unidos cerró en 2019 en 2.3%.
En el mes de diciembre, período donde las compras influyen en la medición la inflación subió dos décimas, sin embargo es un evento que acontece en una nación que ha mostrado muy buena salud en referencia al tema del empleo.
Esta fracción no incluye los precios de la energía y los alimentos, por lo que a lo que se hace referencia es a la conocida “inflación subyacente” un dato que se ha revelado dos semanas antes de que la Fed celebre su primera reunión del año, en la que determinará qué hacer con los tipos de interés de referencia, actualmente ubicados entre 1,5 y el 1,75%.
El incremento de los precios en diciembre vino por el repunte en el coste de la gasolina, que aumentó un 2,8% en el pasado mes, así como de la sanidad, que subió un 0,6%.
Con el aumento registrado en diciembre, la tasa interanual vuelve a superar el 2% marcado como meta por la Reserva Federal (Fed) de EE.UU.
En este contexto, se prevé que el banco central estadounidense mantenga sin cambios el precio del dinero.
Es preciso denotar que el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha criticado de manera enfática y reiterada al Banco Central y ha insistido en que debe rebajar el precio del dinero “a cero o menos” para contribuir a la expansión económica.
Los datos filtrados además indican que la economía de Estados Unidos avanzó a un ritmo anual del 2,1% en el tercer trimestre de 2019, según el tercer y definitivo cálculo de la evolución del producto interior bruto (PIB) en ese periodo.