La Directora de Operaciones de los Proveedores de Cuidado Infantil en los condados de Delaware y Chester, estima que la sinceración del pago propuesta el gobernador Tom Wolf para los servicios de guardería, generará una reducción de costos y a la vez una pregunta: “¿Vamos a tener que no seguir las directrices del CDC porque no tenemos suficiente dinero para pagar a nuestro personal?”
La industria del cuidado de niños de Pensilvania teme que un reciente ajuste en la política del estado lleve a los proveedores al borde de la crisis financiera. Así lo refleja un trabajo periodístico firmado por Miles Bryan, adscrito a WYHH. Los defensores del cuidado infantil temen que la nueva política del Gobernador Wolf rompa la industria.
Erinn Rinn es la funcionaria que formuló la incómoda pregunta debido a una decisión de Harrisburg de solo pagar los servicios de los niños que se atienden y no cancelar los beneficios en base al número de niños que se atendía en marzo pasado.
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Esta adecuación de los pagos al servicio real es el último estrés que la industria ha enfrentado desde que COVID-19 puso al revés el sector del cuidado infantil en marzo.
De acuerdo a la relación de los hechos hilvanada por el periodista Miles Bryan, la directora de operaciones Erinn Rinn, cuando el gobernador Tom Wolf ordenó que la mayoría de los centros de cuidado infantil del estado cerraran durante dos semanas ese mes para frenar la propagación del virus, no perdió el tiempo. Ella pasó el resto del mes de marzo leyendo frenéticamente los protocolos de seguridad y reorganizando las aulas – cualquier cosa que ella y su personal pudieran hacer para reabrir de forma segura en abril.
Pero, cuando llegó abril, los centros de cuidado infantil seguían cerrados por orden del estado. Llegó mayo y luego junio: siguieron cerradas.
“Cada semana pensamos que abriríamos pronto”, dijo Rinn. “Siempre estábamos esperando.”
Los proveedores finalmente abrieron sus puertas a mediados de junio, pero la demanda no es como antes. Actualmente los dos centros de cuidado de niños, que en su mayoría cuidan a niños de familias de bajos ingresos, tienen una matrícula combinada de unos 600 niños – menos de un tercio de lo que era pre-pandémico.
“Mucha gente ha perdido sus trabajos”, dijo Rinn. “Otros padres trabajan desde casa… o simplemente están asustados”.
Rinn ha recibido subsidios y préstamos para la pandemia, pero el mayor salvavidas financiero de su negocio es un programa estatal llamado “Child Care Works”, que subsidia el cuidado de niños de familias de bajos ingresos.
Desde marzo, el estado ha pagado a los proveedores en base al número total de sus hijos inscritos en el programa antes de la pandemia, incluso si han dejado de asistir a la guardería desde entonces. En los centros de cuidado infantil de Rinn, el 85% de los niños inscritos en febrero fueron financiados a través del programa.
Pero ahora que el salvavidas financiero está desapareciendo. Los funcionarios de Pensilvania han anunciado que, a partir de este mes, los proveedores de cuidado de niños sólo se les pagará por los niños que asistan.
La Oficina de Desarrollo Infantil y Aprendizaje Temprano de Pensilvania (OCDEL) hizo el cambio con la esperanza de canalizar la financiación de manera más lógica, ya que prevén una inundación de familias trabajadoras que se apresuran a volver a la guardería, ya que muchos distritos escolares comienzan el año total o parcialmente virtual.
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Pero los defensores de la industria dicen que no hay pruebas de que esta prisa esté ocurriendo todavía, y les preocupa que el cambio provoque el colapso de muchos proveedores, que ya están luchando con el aumento de los costos relacionados con la pandemia. El temor a largo plazo es que, después de la Covid, cuando los padres y la economía en general necesiten más el sector de la atención infantil, éste se habrá visto demasiado dañado por los acontecimientos de este año como para satisfacer la necesidad.
Rinn estima que sus ingresos caerán en un 75% el próximo mes, cuando reciba su primer pago reducido.
“Va a haber que reducir los costos”, dijo Rinn. “¿Vamos a tener que no seguir las directrices del CDC porque no tenemos suficiente dinero para pagar a nuestro personal?”