El segundo impeachment a Donald Trump tienen como única imputación la “incitación a la insurrección”. Este martes comenzará el proceso donde los argumentos de las partes están definidos. Acusación “absurda” versus pruebas “abrumadoras”. Esas serán las posiciones que fiscales y defensores tratarán de probar.
A menos de tres semanas después de dejar la Casa Blanca, Donald Trump vuelve a la escena política estadounidense. El escenario será el Capitolio, en los mismos espacios asaltados por sus seguidores el 6 de enero. La revuelta dejó cinco muertes.
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Un dato interesante para la percepción de la noticia fue aportado por Elodie Cuzin de la AFP. Los 100 senadores que harán de jurados fueron también los testigos y víctimas del ataque. Las fuertes imágenes de esos momentos y el discurso de Trump ante sus seguidores. Todas las circunstancias no son ajenas a los parlamentarios. Al exterior del edificio, las inéditas medidas de seguridad recuerdan la violencia y el impacto generado por el asalto.
Impeachment a Trump
El multimillonario permanecerá en su residencia floridiana. No se presentará en el proceso. Ha dicho no tener dudas de que al final resultará absuelto. El impeachment a Trump está basado en reglas antañas. La Constitución exige una mayoría de dos tercios para un veredicto de culpabilidad.
En la víspera del juicio político parece poco probable que 17 republicanos se sumen a la acusación demócrata. Los progresistas cuentan con 50 votos para condenar a Trump. Sin embargo el magnate aún es muy popular en la base de su partido. Incluso muchos asegura que el GOP teme que un probable partido liderado por el neoyorquino divida a su antigua organización.
Un proceso rápido
Las intrigas y los episodios ralentizados no tendrán cambia en este impeachment a Trump. La prensa a recogido los pareceres de ambas aceras que al menos tienen un punto en común. Todos quieren salir del proceso lo más rápido posible. Se estima que una votación final podría tener lugar a comienzos de la próxima semana.
El apuro republicano está basado en evitar que sus filas se dividan en medio del proceso. Por su lado los progresistas quieren a la atención del Senado para temas de gestión. La prioridad de los azules es la aprobación de los candidatos y proyectos del presidente Joe Biden.
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Al presentarse como un elemento unificador de un país dividido, Biden ha optado por tomar distancia de este proceso. El presidente “no pasará mucho tiempo viendo las audiencias”, insistió el lunes la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.