Hunter Biden, hijo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, compareció en un juzgado federal de Wilmington, Delaware, para escuchar los cargos que pesan en su contra por la presunta compra y posesión ilegal de una pistola.
Biden se declaró inocente en un caso que está siendo usado por los republicanos como un arma contra el presidente de Estados Unidos a poco más de un año de las elecciones.
Hunter está siendo imputado por tres cargos por la compra en 2018 de un revólver Colt Cobra calibre 38.
Se le acusa de dos cargos por haber declarado que no consumía drogas ilegales en los formularios que rellenó para la compra de la pistola. Y a un tercero por posesión ilegal de un arma, que tuvo durante 11 días en octubre de 2018 antes de deshacerse de ella.
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Si se le declara culpable, Hunter podría enfrentar hasta 25 años de prisión, pero este tipo de delitos, si no van acompañados de otros cargos, no suelen castigarse con penas de cárcel.
Hunter se declaró culpable
En junio, Hunter se declaró culpable de dos cargos por evasión de impuestos federales y porte ilegal de un arma.
“El presidente y la primera dama aman a su hijo y lo apoyan mientras sigue reconstruyendo su vida. No tendremos más comentarios”, reaccionó la Casa Blanca en ese momento.