La cadena hotelera Hodelpa celebra su 35 aniversario reafirmando su compromiso con la hospitalidad cálida y cercana que la ha convertido en un referente de la industria turística en la República Dominicana y en el corazón de la diáspora dominicana en el extranjero.
Durante tres décadas y media, Hodelpa ha sido mucho más que un grupo de hoteles. Ha sido un segundo hogar, escenario de bodas, cumpleaños, reuniones familiares, congresos y eventos corporativos de gran envergadura, especialmente para aquellos dominicanos que, viviendo fuera, regresan a República Dominicana en busca de la misma acogida y calidez que recuerdan de su tierra natal.
“Para muchos de nuestros huéspedes, volver a Hodelpa es como volver a casa. No se trata solo de alojamiento; es reencontrarse con su historia, con su gente y con la esencia de la hospitalidad dominicana”, destaca la empresa.
La filosofía de servicio de Hodelpa se inspira en las costumbres más auténticas del país: abrir la puerta, ofrecer un café, brindar una cálida sonrisa, recibir con el corazón, preguntar cómo estás y que de verdad te importe. Esa cercanía es más que un protocolo: es una herencia cultural que el equipo ha mantenido viva a lo largo de los años.
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Buena parte de su personal lleva más de 20 años trabajando en la cadena, creando lazos de amistad y familiaridad con los huéspedes frecuentes. Este vínculo hace que, para muchos dominicanos ausentes, reencontrarse con el equipo de Hodelpa sea tan emotivo como abrazar a un viejo amigo.

Para la cadena, Santiago es más que el lugar donde nació y creció su marca; es el corazón cultural y económico del Cibao y un punto de encuentro para dominicanos de todo el mundo. Hodelpa ha acompañado el crecimiento de la ciudad, ofreciendo a visitantes y locales espacios que combinan confort, elegancia y autenticidad.
Hoy, la cadena dominicana es la de mayor presencia en la geografía nacional con hoteles en Santiago, Puerto Plata, Juan Dolio y Santo Domingo.
La gastronomía ocupa un lugar especial en la experiencia Hodelpa. Sus menús incluyen platos típicos que evocan recuerdos familiares, como el sancocho, su emblemático desayuno criollo, el majarete o las tradicionales habichuelas con dulce, elaborados con el mismo sabor y cuidado que en las cocinas de las abuelas.
Los salones de eventos de Hodelpa han sido testigos de momentos que marcan vidas: bodas, aniversarios, quinceaños, reuniones familiares y congresos empresariales. La cadena subraya que las celebraciones siempre son más significativas cuando se preparan juntos, cuidando cada detalle para reflejar la personalidad y el sueño de cada cliente.
En sus 35 años, la cadena ha evolucionado incorporando tecnología, diseño moderno y nuevos servicios, sin perder la calidez que la caracteriza. “Cambiamos para mejorar, no para olvidar quiénes somos”, enfatiza la empresa.
Flores tropicales, aromas que recuerdan el hogar y música que evoca la alegría caribeña forman parte del ambiente en cada hotel de la cadena, de la mano de los más completos estándares de la hotelería internacional. Todo está pensado para que el huésped se sienta rodeado de identidad dominicana desde el primer momento y alojados al más alto nivel.
La fidelidad de la diáspora se refleja en historias como la de Ramón, residente en Nueva York: “Cuando regreso a mi país, mi primera parada es Hodelpa. Aquí me siento en mi casa, y parte de eso es volver a ver a la misma gente que me recibe desde hace más de veinte años”.
Hodelpa celebra sus 35 años con orgullo por lo alcanzado y con la mirada puesta en el futuro. La cadena proyecta nuevos servicios vacacionales y experiencias que mantendrán vivo el lazo con los dominicanos en el país y en el extranjero.
“En cada abrazo, en cada sonrisa y en cada detalle, llevamos 35 años diciéndote siempre: Bienvenido a casa”, concluye la empresa.
Por: Redacción Agencias