Henry Bermúdez es un artista venezolano y profesor de arte que realiza obras complejas que habitan entre nuestro mundo y el mundo del realismo mágico. Henry reside en Philadelphia, la ciudad que le abrió las puertas a nuevas oportunidades y nuevas realidades y le permitió cimentar nuevas raíces culturales y artísticas. En las palabras del artista, “fue amor a primera vista”. Pero la trayectoria a Philadelphia fue difícil y maravillosa.
La vida de Henry en los Estados Unidos comenzó en Miami en el año 2003 cuando aterrizó en la ciudad buscando nuevas oportunidades ya que la dinámica del mercado del arte en Venezuela había cambiado con la llegada del nuevo gobierno de Hugo Chávez. La crisis económica del país afectó inmensamente al mercado del arte y los coleccionistas se fueron al exilio, el valor de las obras de arte comenzó a depreciar y las posibilidades de exhibir eran escasas. Pero Miami todavía no era una capital de arte contemporáneo importante como lo es hoy en día y Henry se sintió aislado, sin conexiones ni posibilidades. Antes de darse por vencido, Henry llamó a un buen amigo americano, Frank Hyder en Philadelphia, con la intención de visitar los famosos museos y galerías de nuestra región y los de New York. Esa llamada cambió el destino de Henry para siempre.
Gabriel García Márquez dijo que “la vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir” y para Henry como para muchos inmigrantes esta es una realidad. Gracias a ese buen amigo americano, quien le ofreció hospedaje y ayuda, Henry llegó a Philadelphia en donde hizo conexiones cruciales para su carrera. Conversaciones con otros artistas le dieron la oportunidad de practicar el inglés además de pasar momentos inolvidables e intercambiar ideas y relatos entre amigos. Al mismo tiempo, Henry fue expuesto al mundo de la organización Mural Arts de Philadelphia en donde inmediatamente consiguió trabajo elaborando un mural colectivo titulado Hanging Garden con dos artistas locales, Frank Hyder, su querido amigo, y Paul Santoreli. Durante la dedicación del mural, Henry fue otorgado con un contrato para trabajar en la organización y desarrollar nuevas obras con otros muralistas, así poco a poco aprendió las técnicas necesarias para llegar a ser el artista principal de muchos otros murales que embellecen el panorama de la ciudad.
La oportunidad de trabajar, le dio la estabilidad necesaria para empezar a crear nuevas obras en su taller y explorar nuevas técnicas artísticas. La evolución de Henry como artista se desarrolla en cada segundo en el que él respira porque cada segundo es una oportunidad llena de nuevas posibilidades. Philadelphia le ofreció una nueva realidad y Venezuela le dio la inspiración eterna para crear obras mágicas a través de experiencias forjadas desde su juventud. Oportunidades como viajes culturales y educacionales a Italia y México influyeron su perspectiva con nuevas ideas y conceptos. En México, el mundo de la mitología lo abarcó y lo envolvió en un romance artístico. En Italia, el legado de la civilización romana y las obras maestras de una cultura clásica, las cuales condicionaron a la humanidad, le dieron una perspectiva universal. En New York, observó el mundo del arte a través de los grandes museos y las galerías y ganó un conocimiento esencial de cómo funciona el negocio del arte. Cada fase de la vida de Henry es como un capítulo de un libro y todo libro tiene un origen. El origen es Venezuela.

En las palabras de Henry, “uno se muda y uno se trae consigo muchas cosas, cosas que no se abandonan”. Esa es la maleta que carga todo inmigrante de por vida. Henry añora “las montañas, los llanos, las playas, las mesetas, el desierto, el paisaje de Caracas a Maracaibo, los kioscos con comida regional, la variedad de gente y pueblos” de su querida patria. El añora, pero también celebra su cultura, ya sea cocinando un plato venezolano, conversando con su hijo o simplemente creando una obra de arte.
Todas estas series de recuerdos y experiencias informan el arte de Henry a través de un estilo artístico llamado el realismo mágico. La mejor manera de explicar este movimiento literario y artístico latinoamericano es dejando que nuestros pensamientos nos transporten a un mundo fantástico, en donde nada tiene sentido en nuestro mundo pero todo tiene sentido en nuestro corazón. Es un mundo surrealista, imaginario y claramente mágico en el cual Henry camina a través de esa selva imaginaria, enredándose en ideas y celebrando las raíces de un mundo maravilloso.
Para conocer más acerca del artista visite el sitio web henrybermudezart.com. Henry Bermúdez es representado en Philadelphia por la Galeria Wexler. El mural titulado Hanging Garden, 2004 está ubicado en el vecindario de Northern Liberties. Para más información acerca de los murales diseñados por el artista, favor de visitar el sitio web publicartarchive.org/artist/Henry Bermudez. Este artículo es posible gracias a Casa de Venezuela Philadelphia: casadevenezuela.net.
Por: Gerard Silva
Instagram: @henrybermudezart1