La vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, y el expresidente y candidato republicano, Donald Trump, hicieron campaña en Pennsylvania, uno de los estados clave en estas elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
Harris dio un mitin en el noroeste de Erie, donde atacó de frente a su rival Trump. “Es cada vez más inestable y desquiciado”, y si gana las elecciones “sería un gran riesgo para Estados Unidos”.
“Escuchen sus palabras, nos dice quién es y nos dice qué haría si fuera elegido presidente”, enfatizó Harris antes de que se oyera a Trump en un video diciendo que “los peores son los enemigos internos, que es gente enferma, lunáticos de izquierda radical más peligrosos que Rusia y China”.
Harris también tuvo palabras para el electorado afroamericano, y contempló un nuevo plan económico para cortejar a esta población. Le propuso ayudas para crear pequeñas empresas o comercios, con préstamos a bajo interés, y facilitar su acceso a la educación y formación.

Ella cuenta con lo que denomina una agenda de oportunidades, la cual está diseñada para brindarle a los afroamericanos las herramientas necesarias para lograr la libertad financiera y proteger sus derechos.
Trump en Pennsylvania: “Mucha de esa gente son criminales”
Por su parte, Trump participó en un acto de campaña en la localidad de Oaks, a las afueras de Philadelphia, la ciudad más grande de Pennsylvania, un estado que ofrece 19 votos electorales de los 270 necesarios para ganar las elecciones.
El candidato republicano, quien se niega a hacer público un informe médico detallado y ha declinado participar en un segundo debate televisado con su rival, aseguró que “Harris no está hecha para este trabajo”.

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Tal y como publicó AFP, durante su discurso atacó de nuevo la migración irregular. “Es increíble estos lunáticos de izquierda radical. Quieren que todo el mundo entre en nuestro país, mucha de esa gente son criminales, y luego también quieren quitarte las armas” cuando las necesitas para protegerte”.
Trump reiteró que invocará la ley de enemigos extranjeros promulgada en 1798 para expulsar a los migrantes que se encuentren en situación irregular.