La National Farmers Union lanzó hoy una advertencia en torno a que una “parálisis” en el área agrícola de los Estados Unidos, será la consecuencia si el presidente Donald Trump concreta su amenaza de cerrar la frontera con México.
Las políticas de la Casa Blanca a juicio de los agricultores agremiados han hecho que la nación perdiera su reputación de “socio confiable” y con este tipo de actitudes hunde más a la nación solo por propósitos proselitistas.
El Sindicato Nacional de Granjeros de los Estados Unidos se pronunció a través de un comunicado, en el que su presidente, el señor Roger Johnson, advirtió que el cierre de la frontera sería una “decisión desastrosa” porque México es “el mayor socio comercial agrícola” de Estados Unidos.
“Trump está nuevamente arriesgando mercados comerciales esenciales y pone en juego la antes intachable reputación comercial” del país, señaló el responsable de esta asociación que representa a pequeños granjeros, rancheros y pescadores en todo el país, con filiales en 33 estados.
“Cerrar la frontera entre Estados Unidos y México sería desastroso para el comercio con nuestro principal socio comercial agrícola y los efectos del cierre serían consistentes con las numerosas otras interrupciones comerciales que el presidente Trump ha autoinfligido en nuestro país”, agregó.
Johnson resaltó que “en los últimos dos años se perdieron mercados que llevó décadas construir” por las políticas comerciales y arancelarias de Trump, que llevaron a que EE.UU perdiera la “reputación de socio confiable”, lo que, en su opinión, afectará a los precios de los productos agrícolas.
En la última semana Trump ha reiterado su amenaza y este mismo martes se dijo preparado “al 100 %” para cerrar la frontera con México si este país no hace nada para frenar el peso de miles de migrantes centroamericanos, aunque eso tenga consecuencias económicas en ambos países.
Si el cierre ocurriera, asegura, el impacto económico se sentiría en todo el país, no solamente en los estados fronterizos.
Por ejemplo, estadísticas publicadas esta semana por la Oficina de Desarrollo Económico y Comercio Internacional de Colorado ubican a México como el tercer mayor socio comercial de este estado, solo detrás de Canadá y China.
Por eso, si la frontera se cerrase, Colorado (a 700 kilómetros del cruce fronterizo más cercano) perdería el 12% de sus importaciones (especialmente maquinaria, computadoras y productos eléctricos) y el 17% de sus exportaciones (especialmente carnes, aluminio y máquinas industriales).
Y, según un reporte difundido este martes por el Centro de Investigaciones Automotrices, en Ann Arbor, Michigan, la industria automotriz en Michigan perdería el 37% de sus insumos (que ahora provienen de México) si se cerrase la frontera, con el consecuente cierre de las plantas de producción.
“Muchas familias agrícolas estadounidenses ya están en una situación financiera extrema debido a una drástica caída en los precios agrícolas en los últimos cinco años. Lamentablemente, el enfoque insensible y agitador del presidente hacia el comercio internacional ha exacerbado esa situación”, opinó Johnson.