El ministro de Economía argentino, Nicolás Dujovne, anunció una nueva política económica para alcanzar el “equilibrio fiscal” en 2019, con mayores ajustes del gasto público, el “único camino real al desarrollo”, así como un nuevo impuesto a las exportaciones.
“Vamos a ahorrar 6.000 millones de dólares más que no necesitamos financiar en los mercados y en el 2020 vamos a tener superávit fiscal primario de un 1 % del producto interior bruto, algo que nos va a permitir ahorrar otros 5.200 millones de dólares”, aseguró Dujovne justo después de un mensaje del presidente argentino, Mauricio Macri, en el que adelantaba las medidas.
El titular de economía detalló un nuevo impuesto generalizado a las exportaciones “transitorio” -que se aplicará en 2019 y 2020- y que será de cuatro pesos por cada dólar exportado en actividades primarias y servicios y de tres pesos por dólar para el resto de las exportaciones.
Con el tributo, que el presidente calificó de “malísimo”, pero necesario, el Gobierno pretende reducir un 1,1 % el déficit y aumentar la recaudación adicional hasta 68.000 millones de dólares en 2018 y a 280.000 millones en 2019.
“Bajando el déficit, bajamos nuestra necesidad de emitir deuda y de esa manera dependemos menos de lo que pasa en el resto del mundo”, recalcó Dujovne, que reconoció “errores” del Ejecutivo pero reafirmó su apoyo al presidente, al que dijo que no abandonará a no ser que Macri lo decida así.
El ministro confirmó que hoy viajará a Washington para renegociar el acuerdo al que llegó Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en junio y “modificar los desembolsos que estaban programados para 2020 y 2021”.
“Queremos despejar las dudas que haya sobre Argentina en 2019. Con la combinación de un menor déficit y un mayor financiamiento, estaremos totalmente protegidos ante un cambio en las condiciones internacionales”, explicó.
Preguntado por las negociaciones con el FMI, Dujovne prefirió no dar cifras del adelanto de crédito hasta discutirlo con los representantes de esa institución, pero adelantó que pretende que sea “suficiente para que no haya ninguna duda acerca del crecimiento”.
“Es crucial que el riesgo país vuelva a bajar”, señaló, al tiempo que asumió que “la recesión de este año va a ser más pronunciada” de lo que pensaban.
Este plan de contención llega tras una semana en la que la moneda del país suramericano cayó un 21 % frente al dólar y acumuló un desplome del 34 % en agosto y del 98 % en el año.
Durante el fin de semana, Macri tuvo largas reuniones con su equipo y decidió reducir los ministerios de 19 a 10, a lo que se unieron una serie de medidas para alcanzar el llamado “equilibrio fiscal”, entre las que se encuentran una redefinición de las metas fiscales del Gobierno.
Hasta el momento, el objetivo de déficit primario para 2019 era del -1,3 %, mientras que a partir de ahora pasa a ser del 0,0 %, con un ahorro de 6.000 millones de dólares, según el ministro.
Ese equilibrio estaba previsto para 2020, un año en el que, de cumplirse con las nuevas metas, habrá un superávit fiscal primario del 1 %, algo que permitiría ahorrar 5.200 millones de dólares.
“Tenemos que enfrentar esta situación y superarla. La Argentina arrastra desde hace 70 años un déficit fiscal crónico que nos ha llevado al aislamiento y a la inflación, de las cuales tenemos que salir definitivamente”, insistió Dujovne.
En esa línea, afirmó que toman las medidas que consideran “mejores” para los argentinos, aunque haya gente que piense que son “un grupo de sádicos que quieren hacer experimentos”.
El máximo responsable de la economía argentina informó de que ahorrarán un 0,7 % del PBI, un 0,5 % en subsidios económicos, un 0,2 % en gastos operativos y transferirán los gastos por subsidios de transporte a las provincias argentinas (0,5 %).
Por el contrario, según lo anunciado por Macri y el ministro de Economía, aumentará un 0,3 el gasto en prestaciones sociales.