Gladys Ávila emigró de su Maracaibo natal hace 25 años. Desde que llegó a Estados Unidos ha convertido a Philadelphia en su hogar. El amor fue su razón para emigrar. Decidió apoyar al hombre que amaba en una nueva oportunidad y luego de 25 años y dos hijas, está satisfecha con su decisión.
Recuerda sus inicios con una palabra: «duros», algo que reafirma pasa en la gran mayoría de los casos. «No tenía carro, empezaba a las seis de la mañana a trabajar y mi primer medio de transporte fue una bicicleta. Manejaba 25 minutos mi bicicleta hasta la Base Naval -donde trabajaba- para estar de pie 10 horas y regresar en mi bicicleta al salir del trabajo», relató.
Pero, Gladys asume estas experiencias como marcadoras de horizonte y situaciones que fortalecen. «Te hacen entender que lo que tienes viene para algo o por algo y aquí seguimos. Aprendiendo cada día más, y que todo rumbo tiene un sacrificio y que no todo tiene un por qué sino un para qué», destacó.
«Extraño todo»
Después de 25 años en otro país, que tiene otro idioma y con más de 300 millones de habitantes, Gladys extraña todo de su patria y por esta razón creó su emprendimiento: «Venbisu», donde ofrece bisutería y bolsos, hechos a mano e incluso artículos de la etnia Wayúu quienes hacen vida en la Península de la Guajira, sobre el mar Caribe, principalmente en el norte del departamento de La Guajira en Colombia y el norte del estado del Zulia en Venezuela.

«Uno de los eslóganes que uso es “te acerco a Venezuela”. Extraño el aire. El calor de la gente, porque -debo agradecer mucho a una nación que te da seguridad social, estabilidad económica-, pero la calidez con el tiempo se va perdiendo. Y el calor humano del venezolano es algo único, y sí, extraño hasta al aire que se respira en Venezuela», confesó con la voz entrecortada.
Mi regalo al universo
Venbisu es una organización que en estos momentos apoya a tres familias venezolanas en Venezuela, es decir, tres artesanas inyectan su cultura y mensajes en cada pieza. Para Gladys es casi una fundación, pues ha logrado ofrecer trabajo a mujeres que son líderes en su hogar. «Es mi regalo al universo, ¿por qué digo eso? Porque se que el apoyar a familias que lo necesitan es un regalo al universo, es dar mucho de lo que el universo me ha podido dar a mí».