En el Distrito 7 no sería nada extraordinario que algunos de los contendientes demócratas para obtener una silla en el Concejo Municipal caiga en la refriega víctima del “friendly fire”.
Será el estadio electoral más competitivo de las elecciones municipales de este año.
La casa progresista de ese paraje geopolítico tiene años en una guerra intestina, en la que María Quiñones-Sánchez y Ángel Cruz se han enfrentado en una cruenta disputa que ha transformado a MQS en la “oveja negra” del condado.
Ellos son los protagonistas de las primarias en un espacio donde el voto hispano es voluminoso. Las viejas rencillas, las emancipaciones y la rebeldía caracterizan la vida comunitaria donde los derechos se defienden con pasión.
Esta situación coloca al Distrito 7 como un escenario donde menos peso tiene la camiseta que las convicciones.
Las primarias demócratas en el Distrito 7 enfrentan a una “expósita” Quiñones-Sánchez, quien sin amilanarse tras el abandono al que esta sometida por su tolda ha ganado en dos contiendas el escaño comunal, razón por la que si archirrival, Ángel Cruz, tendrá una difícil pelea.
Quiñones-Sánchez se presenta por tercera vez sin el apoyo del partido demócrata local, gracias a una disputa continua con los líderes de barrio en su distrito predominantemente latino.
Entre sus logros está ella haber introducido la legislación para ayudar a establecer el Philadelphia Land Bank, así como un programa de reembolso asequible para los residentes que se atrasan en sus cuentas.
Por su lado Ángel Cruz es el rostro institucional de los demócratas latinos quien durante más de 20 años ha dado la pelea desde Harrisburg. Su nombre es sinónimo de combatividad tanto a lo externo como a lo interno del partido.
En el Capitolio son famosas sus refriegas con los legisladores republicanos. Aun resuena su oposición cuando el GOP introdujo proyectos de ley para hacer del inglés el idioma del estado y obligar a los beneficiarios de la asistencia social a someterse a pruebas de detección de drogas, Cruz propuso que se hiciera del español el idioma oficial y propuso que se extendieran las pruebas de detección de drogas para incluir a sus colegas legisladores estatales.