Cerca de 22 millones de personas habitan Florida y se prevé que esta cifra aumente a 33 millones para el 2070. Quienes riegan el césped en este estado utilizan la misma fuente de agua: gran parte del acuífero floridano.
Muchas ciudades y condados, así como todos los distritos de gestión hídrica, imponen restricciones de riego con el objetivo de conservar el limitado suministro de agua del que todos dependemos.
Gracias en parte a la financiación del Instituto Nacional de Alimentos y Agricultura del USDA, un estudio recientemente publicado por científicos sociales de University of Florida reveló que casi el 40% de los residentes que deben cumplir con las restricciones de riego creen que dichas normas son voluntarias.
“No existe una conexión clara y ayuda a explicar por qué el cumplimiento de las normativas sigue siendo un desafío, a pesar de las políticas existentes. Es un recordatorio de que la aplicación de la ley por sí sola no es suficiente; la concienciación y la comunicación son fundamentales”, afirmó John Díaz, coautor del estudio y profesor asociado de educación y comunicación agrícola en University of Florida Institute of Food and Agricultural Sciences (UF/IFAS).
La encuesta incluyó a un amplio grupo de personas y señaló los porcentajes, por categoría demográfica, de quienes conocen las normas de riego que les aplican:
- 25% de participantes hispanos.
- 22% se identificó como afroamericano.
- 3.8% se identificó como nativo americano
Para mejorar el cumplimiento, los residentes pueden comenzar por confirmar cuáles son las normas vigentes en su área y luego tomar pequeñas medidas para seguirlas, como configurar temporizadores de riego o utilizar sensores de lluvia, explicó Díaz, profesor del Centro de Investigación y Educación de la Costa del Golfo de UF/IFAS, con sede en la oficina de Plant City.

Para conocer las directrices locales, los residentes pueden consultar los sitios web de sus ciudades y condados, prestar atención a la información incluida en las facturas de agua y buscar información a través de otras fuentes sobre las restricciones de riego. ¿Quiénes enseñan estas normas? Personas que trabajan en distritos de gestión del agua, empresas de servicios públicos y agentes de Extensión de UF/IFAS, entre otros.
“Pero más allá de las herramientas, lo que realmente motiva a las personas es comprender el impacto positivo de sus acciones: ahorrar dinero, proteger los suministros de agua locales y hacer lo correcto. Cuando nos enfocamos en esos beneficios y normalizamos la conservación en nuestros vecindarios, facilitamos que todos apaguen el aspersor de riego en el momento adecuado”, explicó Díaz.
El estudio también demostró que la conservación del agua debe provenir de cada persona. Específicamente, se necesita confiar en la capacidad propia de cada individuo para cumplir con estas normas, afirmó Laura Warner, profesora de educación y comunicación agrícola de UF/IFAS y coautora del estudio.
Para su investigación, Warner y sus colegas encuestaron en línea a 2.651 residentes de Florida y descubrieron que el cumplimiento de las normas de riego está influenciado por varios factores. Uno de ellos es la percepción de aprobación social: es decir, si las personas creen que quienes los rodean, como familiares, amigos, vecinos u otras personas cuya opinión valoran, aprueban que se sigan estas normas.
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Otros factores que influyen en el cumplimiento de las restricciones de agua incluyen:
- Si han cumplido con las restricciones de riego en el pasado.
- Si las cumplen actualmente.
Estos hallazgos ofrecen a los investigadores una visión más clara sobre cómo motivar a los residentes a seguir las restricciones de agua.
“Queremos que nuestra educación y comunicación fomenten la confianza de las personas en el funcionamiento de su sistema, de modo que el riego solo se active en los días permitidos. También queremos que comprendan mejor los beneficios de cumplir con las normas, como mantener un césped saludable al evitar el riego en exceso”, dijo Warner.
“Parte de nuestra meta es encontrar la mejor manera de comunicar y educar. “Dado que casi la mitad de los encuestados desconocen estas normas, está claro que necesitamos enfoques más eficaces”, concluyó.
Por: Nota de Prensa