El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, informó al Congreso que el 11 de mayo pondrá fin a las emergencias nacionales para abordar el COVID-19.
Biden tomó la medida luego de considerar que la mayor parte del mundo está más cerca de la normalidad casi tres años después de que se declararan pandemia.
Esta medida reestructuraría formalmente la respuesta federal al coronavirus para tratar el virus como una amenaza endémica para la salud pública que puede gestionarse a través de las autoridades normales de las agencias.
Esta se produce cuando los legisladores ya han puesto fin a elementos de las emergencias que acobijaron a millones de estadounidenses durante la pandemia.
People are back to work.
Factories are coming online.
Roads and bridges are being built.
We have more work to do, but we’re on the right track. pic.twitter.com/nzPB8uVVz9— President Biden (@POTUS) January 29, 2023
Combinado con la reducción de la mayor parte del dinero federal de ayuda para el COVID-19, también se alejaría el desarrollo de vacunas y tratamientos de la gestión directa del gobierno federal.
El anuncio de Biden se produce en una declaración que se opone a las resoluciones que los republicanos de la Cámara de Representantes han sacado a la palabra esta semana para poner fin a la emergencia de inmediato.
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Los republicanos de la cámara también se están preparando para iniciar investigaciones sobre la respuesta del gobierno federal a la COVID-19.
Emergencia nacional
El presidente Donald Trump declaró por primera vez la pandemia de COVID-19 una emergencia nacional el 13 de marzo de 2020.
Biden ha extendido las emergencias desde que asumió el cargo en enero de 2021, y ahora expirarán en los próximos meses, pese a que los legisladores se han negado durante meses a cumplir con la solicitud de la administración de miles de millones de dólares más para extender las vacunas y las pruebas gratuitas contra la COVID.
También se espera que los costos de las vacunas contra la COVID-19 se disparen una vez que el gobierno deje de comprarlas, y Pfizer dice que cobrará hasta 130 dólares por dosis.
Una vez que caduque la emergencia, las personas con seguro privado tendrán algunos gastos de bolsillo para vacunas, pruebas y tratamientos, mientras que los no asegurados tendrán que pagar en su totalidad.