La Casa Blanca ha dicho que buscará la manera para “distribuir la carga” de los inmigrantes que están en espera de asilo en los Estados Unidos y enviará a las llamadas “ciudades santuario” a estas personas con la idea de que “estén más protegidos”.
En los Estados Unidos hay cerca de 200 territorios que han sido calificados como detractores de la política migratoria que implementa la Administración de Donald Trump, entre ellos la ciudad de Filadelfia.
Varios alcaldes demócratas de “ciudades santuario”, entre ellos los de Nueva York, Chicago, Filadelfia y San Francisco, criticaron también la maniobra de Trump, pero subrayaron que sus ciudades estarían abiertas si el mandatario lleva a cabo ese plan.
“La ciudad estaría preparada para dar la bienvenida a estos inmigrantes, igual que hemos abrazado a nuestras comunidades inmigrantes durante décadas”, aseguró el alcalde de Filadelfia, Jim Kenney, al diario digital The Daily Beast.
Sin embargo al principio de esta semana la Casa Blanca aseguró que está estudiando cómo implementar la idea del presidente estadounidense, Donald Trump, de concentrar a los indocumentados en las llamadas “ciudades santuario”, pese a las dudas sobre la legalidad de la medida y las críticas de que se trata de una maniobra electoral.