Dios impone misiones secretas. Inmersa en la devoción de Joel Spivak había una muy importante. Es un estadounidense tocado por la pérdida. Un hombre de rituales. Su entusiasmo llevo de “soldado desconocido” a saber quién era el cabo James Cochar.
Joel Spivak es un hombre apasionado. Su rastro en Internet nos indica que de 1981 a 1989 construyó una carrera coleccionando juguetes de la era espacial. En el portal Hidden City también está su huella. En 2013 se le describió como un “arquitecto, historiador local y activista”. Estuvo obstinadamente comprometido con la restauración de una de las últimas sinagogas ortodoxas que quedan en el sur de Filadelfia.
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Es así que el cabo James Cochar puede mencionarse de manera póstuma como un hombre con suerte. El ahora octogenario Spivak hizo posible que la ciudad y la familia del caído supiesen quien era el hombre que se ganó las dos “V” amarillas invertidas.
Un desconocido cabo James Cochar
El periodista Peter Crimmins de WYHH Philadelphia escribió una hermosa entradilla para su trabajo editorial. “La historia del monumento conmemorativo al cabo James Cochran demuestra que puede que sólo haga falta un hombre para honrar a los muertos, pero hace falta un pueblo para recordarlos”.
Algunos familiares sobrevivientes del el cabo James Cochar aparecieron. La devoción de Joel Spivak lo hizo posible. Este filadelfiano con ascendentes judíos con una juventud como hippie en Vermont lo hizo posible.
Durante décadas ha pasado el Día de los Caídos deambulando entre oscuros monumentos de guerra en Filadelfia. Llena el maletero de su automóvil con una escoba y un radiocasete. Conduce para limpiar y recordar lugares que han caído en el olvido.
Uno de esos sitios está en el pueblo de Powelton. En medio de una intersección de tres vías de la avenida Powelton, la avenida Lancaster y la calle 37. Allí hay una mediana triangular con un jardín vallado. Contiene un marcador de piedra con una placa en honor al cabo James Cochran.
Y quien fue este soldado
La magia de la crónica de Peter Crimmins nos pasea por esta historia. Cuando Spivak empezó a organizar ceremonias anuales en el monumento a James Cochran, no tenía ni idea de quién era Cochran. La placa no lleva inscrita ninguna fecha y no menciona una guerra concreta.
“No me importaba”, dijo. “Era alguien que murió en alguna guerra, en algún lugar”. Colocó folletos por el barrio para que acudiera más gente a sus ceremonias. Resulta que los vecinos tampoco sabían quién era Cochran.
“Vengo aquí, pongo mi radiocasete. Toco el himno nacional. Leo ‘In Flanders Fields'”, dice Spivak, de 81 años. Es el famoso poema escrito por el médico de la Primera Guerra Mundial John McCrae. “Digo algo sobre la gente que sirvió a nuestro país. Toco ‘Taps’ y me voy a casa”.
“No paraba de preguntar: ‘¿Y quién es ese Cochran? Nadie lo sabía realmente”, dice Virginia Maksymowicz, una artista que vive cerca. “Uno de nuestros vecinos había hecho una investigación histórica básica sobre el nombre. Sin embargo dio con una familia totalmente diferente”.
El estupendo hallazgo
Hace unos 13 años Maksymowicz tenía un trabajo como profesora en el Franklin and Marshall College. Utilizó el acceso de su biblioteca a los registros históricos en línea para ver qué podía encontrar sobre Cochran.
Descubrió que Cochran había nacido en 1895 en una familia católica irlandesa del oeste de Filadelfia. Tenía dos hermanos y se convirtió en boxeador aficionado, y bastante bueno. Maksymowicz encontró artículos de prensa sobre sus combates. Cochran acabó dejando el boxeo a instancias de su madre. Maksymowicz encontró un documento de su alistamiento en el Ejército. Mostraba que no estaba casado y que en ese momento no tenía trabajo. Fue desplegado en el extranjero y murió luchando en Francia como el cabo James Cochran.
Después de una década de ir desgranando poco a poco los registros históricos algo pasó. Dio como resultado el ahhlazgo de descendientes vivos de Cochran.
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La sobrina nieta y el sobrino nieto de Cochran son Merce Wilczek. Ella es una diseñadora gráfica jubilada que vive en Dighton, Massachusetts. Su hermano gemelo Bill Richardson, vive en Summerville, Carolina del Sur. Tienen una prima, Stacie Allred, de Ruckersville, Virginia.
Por invitación de Maksymowicz, todos ellos viajaron Filadelfia este fin de semana para participar en la ceremonia del Día de los Caídos en el monumento a su tío abuelo en la Avenida Lancaster.