El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prohibió la importación de petróleo, gas natural licuado y carbón rusos como medida de presión por el ataque a Ucrania.
Esta medida se suma a las sanciones económicas impuestas por EE. UU. a Rusia desde que empezó el conflicto armado.
De acuerdo con la Casa Blanca, Estados Unidos tomó la decisión en estrecha consulta con sus aliados y socios en todo el mundo, así como con miembros del Congreso de ambos partidos. “Estamos unidos con nuestros aliados y socios para reducir nuestra dependencia colectiva de la energía rusa y mantener la presión sobre Putin, al mismo tiempo que tomamos medidas activas para limitar los impactos en los mercados energéticos globales y proteger nuestras propias economías”.
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¿Qué contemplan las medidas?
La Orden Ejecutiva firmada por Biden incluye la prohibición de importación a EE. UU. de petróleo ruso y derivados tales como gas natural licuado y carbón. El año pasado, Estados Unidos importó casi 700.000 barriles diarios de crudo y productos refinados de petróleo de Rusia.
También impide nuevas inversiones estadounidense en el sector energético de Rusia, para que las empresas e inversores provenientes de EE.UU. no suscriban los esfuerzos de Vladimir Putin por expandir la producción de energía dentro de Rusia.
Los estadounidenses también se verán impedidos de financiar o habilitar a empresas extranjeras que realicen inversiones para la producción de energía en Rusia.
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Para contrarrestar la pérdida del crudo ruso y sus derivados, la administración de Biden se comprometió a liberar más de 90 millones de barriles de la Reserva Estratégica de Petróleo este año fiscal, con una venta de emergencia de 30 millones de barriles anunciada la semana pasada.
Los países miembros de la Agencia Internacional de Energía (IEA) acordaron una liberación colectiva de 60 millones de barriles iniciales de petróleo de sus reservas estratégicas, con Estados Unidos comprometiendo la mitad de los barriles en la venta de emergencia.
Biden insistió en que están en conversaciones con una variedad de productores y consumidores para garantizar la estabilidad del suministro global de energía, entre ellos Venezuela.
La vicepresidenta ejecutiva del régimen de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, fue parte de una representación del gobierno venezolano que se reunió con emisarios del gobierno de EE. UU. el fin de semana pasado. Queda por ver si las conversaciones llevan a retomar la actividad comercial petrolera en el corto y mediano plazo y, eventualmente, a un levantamiento de las sanciones a Venezuela por parte de Estados Unidos.
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