Cada uno a su manera, los gobiernos de México y España reaccionaron este lunes 30 de diciembre a la decisión de Bolivia de expulsar a la embajadora mexicana y a seis funcionarios de la delegación española, con el argumento de que “este grupo de representantes de los gobiernos de México y España ha lesionado gravemente la soberanía del pueblo y del Gobierno constitucional de Bolivia”.
La primera respuesta vino de parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México que instruyó a su embajadora en Bolivia, María Teresa Mercado, a que regrese de inmediato a su país tras ser declarada persona non grata por la presidenta interina, Jeanine Áñez. La mandataria le había dado 72 horas para salir del país. A pesar de esta medida, la embajada mexicana seguirá operando con normalidad.
“El Gobierno de México toma nota de la comunicación por la que se declara persona non grata a la embajadora”, dijo la cancillería que explicó que la decisión de hacerla retornar a su país tiene como objetivo resguardar su seguridad e integridad. La Secretaría de Relaciones Exteriores destacó la carrera de Mercado, de quien dijeron que “ha obtenido condecoraciones de naciones como Dinamarca y los Países Bajos”.
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Por su parte, España fue más allá y ordenó expulsar a tres funcionarios bolivianos de territorio español. Madrid, que había mantenido una actitud cautelosa, informó a través de un comunicado que decidió responder “en reciprocidad al gesto hostil del Gobierno interino de Bolivia” con la expulsión del encargado de negocios de la embajada, Luis Quispe; del agregado militar, Marcelo Vargas; y del policial, Orso Oblitas. Para ello se les dio un plazo de 72 horas.
El comunicado, divulgado la tarde de este lunes, añade que “España rechaza tajantemente cualquier insinuación sobre una supuesta voluntad de injerencia en los asuntos políticos internos de Bolivia. Para España, cualquier afirmación en este sentido constituye una calumnia dirigida a dañar nuestras relaciones bilaterales con falsas teorías conspiratorias”.
Jeanine Áñez, quien asumió la Presidencia interina de Bolivia tras la renuncia de Evo Morales, declaró personas non gratas a Mercado y a los diplomáticos españoles Cristina Borreguero y Álvaro Fernández, junto a un grupo de cuatro funcionarios policiales, tras un incidente ocurrido la semana pasada en las afueras de la embajada mexicana.