El gobernador Phil Murphy recorrió la Woodbury Junior-Senior High School en el condado de Gloucester, en New Jersey, para promover la prohibición de teléfonos móviles en la escuela. En esta oportunidad también anunció la inclusión de 3 millones de dólares en su propuesta de presupuesto para el año fiscal 2026 con destinados a apoyar a los distritos escolares que buscan subvenciones competitivas para promulgar políticas similares.
El gobernador estuvo acompañado por los asambleístas Rosaura “Rosy” Bagolie y Cody Miller, quienes patrocinan un proyecto de ley que ordena al Departamento de Educación del estado desarrollar directrices para que los distritos escolares creen políticas de uso de los teléfonos celulares.
Cuando llegó a las instalaciones de la escuela, el gobernador preguntó qué hacía con su teléfono, a lo que el codirector en funciones de la escuela, Dwayne Dobbins Jr. y el superintendente Andrew Bell le indicaban que apagara el equipo, lo metiera en una funda Yondr y lo bloqueara mientras durara la visita, de forma similar a lo como lo hacen los estudiantes.
Los administradores explicaron que los alumnos guardan sus teléfonos en las fundas desde que suena el primer timbre del día hasta el último que suena a las 2:37 de la tarde. Los alumnos guardan las fundas todo el día y al final de la jornada encuentran una de las 20 boquillas colocadas alrededor del colegio para desbloquear la funda.
Este es el primer curso escolar completo en que la escuela aplica esta política.
Después de la clase, el Gobernador Murphy y los miembros de la asamblea se reunieron con varios profesores para discutir las repercusiones de la prohibición de los teléfonos móviles en la escuela. Los educadores informaron sobre los efectos positivos de la medida, como menos distracciones en el aula y mayor capacidad de atención.
Uno de los profesores dijo que los alumnos son “grandes adictos al teléfono” y que ahora consultan libros de la biblioteca en lugar de informarse con sus teléfonos.
Para poner en práctica esta medida, los funcionarios han propuesto una legislación y para eso han sido destinados los 3 millones de dólares para la financiación del proyecto de ley.
El gobernador Murphy y los educadores reconocieron la preocupación de los padres en el sentido de no poder comunicarse vía telefonía celular con sus hijos, pero el mandatario indicó que la escuela cuenta con guardias de seguridad capacitados para implementar procedimientos de emergencia en el lugar si es necesario. Además, los padres también pueden llamar con facilidad a la oficina principal de la escuela.
Menos distracciones y mejores notas
La implantación de las bolsas Yondr en el Woodbury Junior-Senior High School significó una inversión de aproximadamente 30.000 dólares, según informaron las autoridades escolares.
El gobernador, los legisladores y el superintendente del distrito también realizaron una mesa redonda en la biblioteca de la escuela con varios estudiantes de secundaria para discutir la medida de prohibición de teléfonos en la sede educativa.
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Todos los estudiantes señalaron que apreciaban la normativa y enumeraron los efectos positivos que ha tenido durante el tiempo que se ha aplicado, incluidos unos vínculos sociales más fuertes con compañeros y profesores, menos distracciones y mejores notas, aunque algunos estudiantes admitieron que inicialmente no les gustaba la política.